Netanyahu destinó más dinero a las colonias que al desarrollo interno de Israel

En el primer trimestre del año, se volcaron 390 millones de shekeles solamente considerando el territorio de Cisjordania. Es el dato más alto de los últimos diez años. En el 2018, la suma total fue de 1,8 millardos. El crecimiento de los últimos años llega al 50%. Peace Now: el gobierno financia las colonias “en detrimento del crecimiento” de todo el país.

Jerusalén (AsiaNews) - Los desembolsos del gobierno israelí para los asentamientos continúan creciendo, y si se analizan sobre una base trimestral, marcan el nivel más alto de la última decada. Un flujo de dinero cada vez más consistente, a pesar de que el territorio se ha visto reducido, ya que actualmente los Altos del Golán son considerados parte integrante del Estado, tras el reconocimiento de la soberanía por parte del presidente de los EEUU, Donald Trump. Se trata de un río de dinero, según denuncian los activistas que se oponen a la ocupación, que el Ejecutivo del premier interino, Bejamín Netanyahu, sustrae al posible desarrollo de las comunidades internas del país.

El balance oficial, preparado por Israel para el gobierno estadounidense, muestra que en el primer trimestre del año se destianron 390 millones de shekels (una suma que equivale a 111,5 millones de dólares) para los asentamientos ubicados en Cisjordania. Es el dato más alto de los últimos diez años, aún cuando en el presupuesto de años anteriores estaba previsto destinar fondos públicos para las comunidades del Golán israelí.

Según los activistas de Peace Now, una ONG local que está a la vanguardia en la lucha contra la ocupación, “las cifras proporcionadas por el Estado muestran que Israel continúa invirtendo una enorme cantidad de capital en el desarrollo de los asentamientos”, aún cuando ello “perjudica el desarrollo interno” del país. “La decisión tomada esta semana - agrega el comunicado -, de destinar una suma adicional de 34,5 millones de shekels en subsidios exclusivos” a la autoridades locales de los asentamientos, muestra que el gobierno ha perdido de vista su tarea principal, que es obrar “por el bien de toda la población”.

En el 2018, los gastos relacionados con las colonias llegaron a 1,8 millardos de shekels, una cifra muy superior a la suma destinada entre el 2011 y el 2016, que oscilaba entre 900 millones y un tope máximo de 1,2 millardos. A partir de los datos brindados por el Ministerio de Finanzas y elaborados por el Instituto Central de Estadística, se constata que el gobierno israelí invierte un excedente de fondos de más de un millardo para el desarrollo de los asentamientos (la suma no incluye los gastos de seguridad y mantenimiento); en los últimos años se ha registrado un crecimiento del 50% en la suma invertida para estos poblados; además, reciben cerca de un 12% de las subvenciones que otorga el Ministerio del Interior a los entes locales, cuando la población del lugar representa el 5% del total.

Las colonias son comunidades habitadas por civiles y militares israelíes, construidass en los territorios conquistados durante la Guerra de los Seis Días, en junio de 1967: se encuentran en Cisjordania, Jerusalén Oriental, en los Altos del Golán y en la Franja de Gaza. En 1982, Israel se retiró de los asentamientos en el Sinaí, luego de firmar un acuerdo de paz (1979) con Egipto, y en el 2005 el ex premier Sharon ordenó el desmantelamiento de 17 colonias en la Franja de Gaza.

En la actualidad, las colonias de ubican en Jerusalén Oriental, Cisjordania y en los Altos del Golán. Recientemente, el presidente de los EEUU, Donald Trump, afirmó que éstas ya no pueden ser consideradas “ilegales” según el derecho internacional, una declaración que fue criticada por gran parte de la comunidad mundial, ante todo, por las Naciones Unidas y por la Unión Europea, para las cuales el estatus jurídico no ha variado en absoluto.

Los fondos que el gobierno israelí destina a los asentamientos cubren gastos de los sectores más variados, como la construcción de edificios, inversión del dinero público para las viviendas, calles, escuelas y centros sociales y religiosos. Pero eso no es todo: también se utilizan para levantar centros comerciales y parques industriales, las unidades productivas. A esto se suman beneficios fiscales, que son otorgados a los productores y habitantes locales, subvenciones para la vivienda, el transporte y otros bienes de consumo.