Nepal: siempre más enfermos, aunque si no son cristianos, confían a Jesús sus vidas

de Christopher Sharma

La situación sanitaria del país es terrible: a causa de una pésima situación económica y de una gran desigualdad social, los hospitales echan a los enfermos de Sida, lepra o rabia. El único refugio abierto es la iglesia, donde muchísimos piden la gracia de una curación.

Katmandú (AsiaNews)- Echados de los hospitales porque "ya son incurables" y alejados de sus pueblos por el miedo al contagio, siempre más enfermos nepaleses deciden pedir a Dios la gracia de la curación y pasan el propio tiempo en la iglesia rezando. El fenómeno se refiere a cristianos y no cristianos que, desilusionados de los médicos y curanderos se confían el poder curativo de la oración. Dipen Pradhan, pastor protestante de la iglesia Gyaneshwor, confirma: "Muchos vienen a lo de nosotros y encuentran fuerzas para combatir a la enfermedad".

Entre las patologías más frecuentes están los enfermos de Sida, leprosos y personas con la rabia. Los hospitales nacionales no tienen a disposición las terapias para combatir estas enfermedades y están obligados a alejar a los pacientes. Jeet Kumar, responsable de un hospital distrectual, dice "No es maldad, es que no tenemos vacunas o remedios. Si el gobierno nos proveyera o nos diese los medios para procurárnoslo, estaríamos alegres de hacer algo por estas personas".

Pero la situación económica interna, es siempre una mayor desigualdad en la utilización de los recursos estatales, para centenares de enfermos la única esperanza es la de una gracia. Kanchha Sunar, 70 años, es miembro de la Comisión de desarrollo del pueblo de Lapu (distrito de Gorkha) fue mordido por un perro con rabia, que murió días después, pero fue rechazado por el hospital de la zona. El hombre hindú, se dirigió a una iglesia cristiana.

Sus condiciones empeoran: "Los doctores no hicieron nada-dice el nieto- porque llegó ya en un estado avanzado de infección. Ahora vive en un iglesia y cuenta sus últimos días, pero nosotros esperamos que Dios tenga piedad y le salve la vida". La decisión de ir a un lugar de culto cristiano maduró gracias al consejo de amigos y parientes: "Le pedí a Cristo que me cure- dice él- pero acepto lo que vendrá".