Nepal: las nuevas esclavas del sexo, vendidas por los padres y maridos por pocas rupías
Katmandú (AsiaNews)- Sita Gurung tenía 19 años cuando fue vendida a unos traficantes de seres humanos por su marido, por 10 mil rupías (77 euros). Son pobres, el hombre quiere que ella encuentre trabajo, y la convence a emigrar a India. Cuando Sita llega a ese gran país, al confín con Nepal, todavía no sabe que el marido la había ya vendido a un burdel: se dará cuenta sólo cuando el propietario la obligará a ir con un cliente, allí comprenderá que fue vendida y que se convirtió en una esclava sexual. Obligada a prostituirse por un año, con la ayuda de un cliente logra escapar y hoy es nuevamente libre.
La historia de Sita es similar a la de miles de mujeres y jóvenes nepalesas, vendidas por poco por los mismos familiares, padres madres, maridos, hermanos que son las figuras a menudo involucradas. Según la última relación anual publicada por la National Human Rights Commission (Nhrc), en un año y medio el tráfico de seres humanos en Nepal creció un 60,34%. El número de mujeres y jóvenes víctimas del racket subió a 20 mil entre el 2012 y el 2013, respecto a las 11.500 del 2011.
Rita Tamang, de 28 años, es de Hetauda y tiene una historia similar a la de Sita. Por 12 años estuvo obligada a prostituirse en China. "Cuando tenía 12 años-cuenta- mi padre me pidió que me transfiriera allí con un agente, que me habría ayudado a encontrar trabajo. Una vez llegada me obligaros a ser una trabajadora del sexo". Hoy está libre, y vive en un centro de rehabilitación. "Cuando fui salvada por una organización anti-tráfico- dice con las lágrimas en los ojos- descubrí que mi padre me había vendido por 15 mil rupías (116 euros), y con ese dinero había restaurado el techo de nuestra casa".
Rupa Rai, activista católica por los derechos humanos, que se bate contra el tráfico de seres humanos, explica por qué el fenómeno está en aumento. "Mujeres y niños son las principales víctimas por culpa de la involucración de familiares de ellos: es difícil creer que un marido pueda vender a su esposa, o u padre a su hija. Otras razones son la falta de oportunidades de trabajo, la pobreza y el analfabetismo que existe en el país. Muchas de ellas no saben ni siquiera que existe el tráfico humano".