Navidad en China. sin iglesia, sin cantos, o con la visita de la Seguridad Pública (II)
Un sacerdote de la comunidad no-oficial cuenta cómo se celebra la Navidad en una casa, a escondidas, sin decoraciones ni pomposidad. La comunidad oficial, por su parte, sufre todos los controles del gobierno. Segunda parte de una serie de testimonios.
Roma (AsiaNews) – En China, hay comunidades que llevan años sin la posibilidad de celebrar la misa de Navidad: son algunas comunidades no-oficiales que las autoridades de gobierno tienen bajo la mira y donde han apartado a los sacerdotes y clausurado edificios sagrados. Es una de las tantas caras que muestran cómo festejan la Navidad aquellos fieles que aceptan este sufrimiento “por el Señor y por la fidelidad a Su Iglesia”. Presentamos a continuación dos testimonios: el de un sacerdote de la comunidad no-oficial, que vive en el noroeste de China, y el de un sacerdote de la comunidad oficial en el norte del país. Este último, a pesar de tener libertad para celebrar la misa en la iglesia, permanece bajo el control de los guardias de la Seguridad Pública. Segunda parte de una serie de testimonios. Para acceder a la primera parte, cliquee aquí.
No tenemos iglesia ni decoraciones. Nuestra Eucaristía dominical normalmente se celebra en una casa de los fieles y la Navidad no es una excepción. Se alista una mesa, se la cubre con un mantel blanco, y se prepara todo lo necesario para la misa. Cerca de 100 fieles se agolpan en la alcoba y en la habitación contigua para participar de la Eucaristía. Como el clima de afuera es muy tenso, por motivos de seguridad, se corren las cortinas de las ventanas, rezamos en voz baja, de modo de no atraer la atención de la gente que pasa cerca del lugar. Nuevamente, por motivos de seguridad, durante la misa, el sacerdote y los fieles no cantan ninguna parte de la liturgia; solo la recitan. Para crear una atmósfera navideña, la familia anfitriona prepara el pesebre.
Así es nuestra celebración de la Navidad. Si bien es un poco sencilla, estamos satisfechos y agradecidos, porque al menos todavía tenemos la posibilidad de celebrarla juntos. En otras parroquias de nuestra diócesis, en los últimos años, a los sacerdotes se les prohibió celebrar la Navidad; varios lugares de culto fueron clausurados, no se permiten las celebraciones de Navidad ni siquiera en los lugares remotos. A causa de ello, en numerosos lugares los fieles llevan varios años sin misa de Navidad.
Queremos aceptar este sufrimiento por el Señor y por la fidelidad a Su Iglesia, Hace dos mil años, ¿acaso el Salvador no nació en circunstancias similares? Esperamos poder celebrar la Santa Navidad en paz. Esperamos que nuestra Iglesia pronto pueda gozar de la libertad religiosa. Señor Jesús, ¡ven pronto!
Don Juan
Antes de Navidad, los fieles practican los cantos navideños y siguiendo la tradición, se realizan preparativos para la celebración. Pocos días antes de la Navidad se decora la iglesia, y en un lugar conveniente se preparan el pesebre y el árbol de Navidad. En la vigilia de Navidad, después de la Misa de vigilia, los fieles presentan un espectáculo. Luego de una breve pausa, se celebra la Misa de Gallo, dando la bienvenida al Niño Jesús.
Todos los años, antes de Navidad, el gobierno manda a sus funcionarios, que incluyen miembros del Frente Unido, de la Oficina de Asuntos religiosos, del Comité del vecindario y de la Seguridad Pública. Por un lado, vienen a saludar y a expresar sus buenos deseos, y por otro, recomiendan que se preste atención a la seguridad pública y a la prevención de incendios. En los últimos dos años, también recomienda no permitir la participación de jóvenes (menores de 18 años). Gracias a las buenas relaciones y a la benevolencia de las autoridades locales, se limitan a decirlo en voz alta, pero en los hechos no lo prohíben. En la vigilia de Navidad, la Seguridad Pública envía a algunos guardias para asegurarse de que no haya incendios, robos ni incidentes, hasta el final de la ceremonia.
Don Daniel
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