Nagorno Karabakh, el coronavirus colabora con la paz

de Vladimir Rozanskij

Los ministros de Relaciones Exteriores de los dos países se han visto obligados a mantener encuentros virtuales por vídeo. Las vídeo-conferencias resuelven delicadas cuestiones de traslados y encuentros en territorios neutrales, que requieren largos tiempos de acuerdo y gastos onerosos. Se subraya la importancia del cumplimiento estricto del cese del fuego, y de abstenerse se cualquier acción de provocación en las condiciones actuales. Superar juntos la pandemia, e impulsar el desarrollo pacífico de la región.

Moscú (AsiaNews) - “Vídeo-tratativas”, para resolver el añoso conflicto en Nagorno Karabakh: es lo que sucedió en la noche del 21 de abril, en un encuentro virtual entre los ministros de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán y Armenia, Elmar Mamedjarov (foto 2) y Zohrab Mnatsakanyan (foto 3). En las tratativas también participaron los co-presidentes del “Grupo de Minsk”, de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), el ruso Igor Popov, el estadounidense Andrew Schofer, el francés Stéphane Visconti, junto a un representante del actual presidente de la OSCE, Andrzej Kasprzyk.

La guerra del Nagorno Karabakh es un conflicto que se remonta a 1992-1994 y que jamás se apagó por completo. Durante todos estos años, la tregua lograda en 1994 fue violada una y otra vez. En la pequeña región del sudoeste de Azerbaiyán, la mayoría étnica armenia intentó proclamar una república independiente apoyándose en las leyes soviéticas anteriores, lo cual derivó en la reacción de Bakú (capital de Azerbaiyán), y en una sucesión de limpiezas étnicas recíprocas. Azerbaiyán siempre amenazó con reanudar las hostilidades para someter a la región, en caso de que fracasara la mediación del Grupo de Minsk, una estructura creada en el seno de la OSCE luego de la caída de la Unión Soviética, para la resolución de los conflictos entre sus ex-repúblicas.

Un día antes de los coloquios, Mamedjarov y Mnatsakanyan realizaron tratativas por separado con los co-presidentes del Grupo, y discutieron con ellos el problema puntual del Nagorno Karabakh, las cuestiones de desarrollo de toda la región y sobre todo, la situación ligada a la pandemia del coronavirus. Los mismos temas luego fueron abordados por los ministros, y se llegó a definir una forma versátil y práctica para conducir tratativas en tiempos de aislamiento debido al coronavirus: las vídeo-conferencias. Este método resuelve todas las delicadas cuestiones de traslados y encuentros en territorios neutrales, que requieren largos tiempos de acuerdo y onerosos gastos. El encuentro virtual ha revelado ser más eficaz que la modalidad en vivo, inclusive en los contenidos. Según el comunicado oficial, los ministros han aprobado una declaración común donde se afirma la disponibilidad recíproca para mantener contactos estrechos, y apenas sea posible, realizar tratativas presenciales. En el documento se afirma que las partes han examinado el impacto de la crisis sanitaria global en la situación de la región, teniendo en cuenta los hechos de los últimos días. Se propusieron algunas etapas sucesivas en el proceso para la solución del conflicto en Nagorno Karabakh, en concordancia con las declaraciones publicadas el 30 de enero pasado en Ginebra.

Los ministros también reconocieron que a causa de la pandemia de Covid-19, es imposible realizar los planes humanitarios comunes que se habían solicitado anteriormente, y que será necesario aplazarlos, También se subrayó la importancia del cumplimiento estricto del cese del fuego, y de abstenerse de cualquier acción de provocación en las condiciones actuales. Se llama a las partes a adoptar medidas para un progresivo aligeramiento de las tensiones, teniendo en cuenta los problemas a los que se ve sometida la población en este período. Se procederá a retirar los controles militares en las fronteras, “teniendo en cuenta el valor de cada vida humana”. Mamedjarov y Mnatsakanyan, junto a los representantes de la OSCE, han expresado la esperanza de que, respondiendo al problema global de la pandemia, se podrá dar un impulso creativo y constructivo al proceso de paz.