Nagasaki recuerda el bombardeo atómico. Alcalde; Que Tokio diga no a las armas nucleares
El llamamiento de Tomihisa Taue también va dirigido a los Estados Unidos y a Rusia. En la ceremonia de conmemoración de esta mañana, estuvieron presentes representantes de casi 70 países. El premier Shinzo Abe prometió que Japón será un “puente entre los Estados que tienen y no tienen armas nucleares”. La cruz de la catedral, de regreso en Urakami.
Nagasaki (AsiaNews/Agencias) – La ciudad de Nagasaki, en la región de Kyūshū, hoy hizo un alto para conmemorar el 74o aniversario del bombardeo atómico. Durante la ceremonia anual en el Monumento a la Paz, esta mañana, el alcalde Tomihisa Taue renovó el llamado al gobierno japonés para que Tokio firme cuanto antes un Tratado de las Naciones Unidas (ONU) que prohíbe las armas nucleares.
En la ceremonia conmemorativa estuvieron presentes representantes de casi 70 países, incluyendo las cinco potencias nucleares reconocidas -el Reino Unido, China, Francia, Rusia y los Estados Unidos- además de la Onu y la Unión Europea. En la Declaración de Paz que se renueva todos los años, el alcalde Taue subrayó que “siendo el único país del mundo en haber sufrido la devastación causada por las armas nucleares, Japón debe firmar y ratificar el Tratado para la prohibición de las armas nucleares”. Taue ya había invitado a suscribir el acuerdo internacional, con ocasión de dos ceremonias anuales realizadas previamente, pero en esta oportunidad se expresó de manera más fuerte y directa.
Para dar un paso en dirección a la adhesión, el alcalde invitó a Japón “optar por la tendencia hacia la desnuclearización [que se constata] en la península coreana y a abocarse a convertir el noroeste de Asia en una zona libre de armas nucleares, donde puedan coexistir todos los países”. Taue agregó que el mundo se encuentra actualmente en una situación “extremadamente peligrosa”: la opinión según la cual las armas nucleares son útiles “está ganando terreno nuevamente” y hay un “creciente” peligro de un desastre nuclear. En las ceremonias llevadas a cabo en Hiroshima y Nagasaki por el aniversario del bombardeo en las dos ciudades pudo percibirse el temor de una nueva carrera armamentista, tras el retiro de los Estados Unidos -la semana pasada- del Tratado sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio, que había sido firmado con Rusia en 1987. Taue invitó a los Estados Unidos y a Rusia a “asumir la responsabilidad propia de superpotencias”, estableciendo una vía específica para “reducir drásticamente los arsenales nucleares”.
Una de las voces más autorizadas que se ha alzado para protestar contra las armas nucleares es la del Papa Francisco. El pontífice estará en Hiroshima y Nagasaki el próximo 24 de noviembre, en el marco de su viaje apostólico de cuatro días en Japón. El Papa tiene previsto reunirse con los sobrevivientes a la bomba atómica durante el segundo día de su visita, que comenzará el 23 de noviembre. Este será el segundo viaje de un pontífice al país del Sol Naciente después del de Juan Pablo II, en febrero de 1981.
Nagasaki es la segunda ciudad de Japón con una importante tradición cristiana. Hace dos días, y después de 74 años, los católicos del lugar pudieron recuperar la cruz que se alzaba sobre la catedral de Urakami cuando se produjo la explosión nuclear. Walter Hooke, un marine de los Estados Unidos que fue destinado a Nagasaki después de la guerra, recibió la cruz del arzobispo Paul Aijiro Yamaguchi. En 1982, Hooke donó la cruz al Peace Resource Center (RPC) del Wilmington College, en Wilmington, Ohio (EEUU). Hace dos días, el ateneo restituyó la cruz al arzobispo Mitsuaki Takami. Esta noche se llevará a cabo una ceremonia de dedicación, al término de la cual la cruz será exhibida al público.
06/08/2019 15:49
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