Más que antes: en Wenzhou, Henan y Hubei continúa la persecución, después del acuerdo China-Santa Sede
Destruyeron la cruz y el muro de protección de la iglesia de Lingkun. En Henan, desprendieron una cruz en Zhumadian. Para las autoridades, ésta era “demasiado visible”. Reeducación de sacerdotes en Hubei, para reafirmar la “independencia” de la Iglesia con respecto al Vaticano y la sumisión al Partido.
Roma (AsiaNews) – El acuerdo “provisorio” entre China y la Santa Sede, que fue firmado el 22 de septiembre pasado, parece no poner freno a la persecución y a la violencia contra los católicos. Esta mañana, en Lingkun, en el distrito de Yongqiang, la cruz que coronaba el campanario de la iglesia católica fue arrancada (foto 1) y el muro de seguridad, que se levantaba delante del edificio sagrado, fue destruido (foto 2).
La iglesia forma parte de la parroquia de Yongqiang, perteneciente a la diócesis de Wenzhou (Zhejiang). La comunidad católica de Wenzhou cuenta con aproximadamente 130.000 fieles y es guiada por Mons. Pedro Shao Zhumin, obispo reconocido por la Santa Sede, pero no por el gobierno. Es la primera vez en 4 años que una iglesia es atacada en Wenzhou. En el año 2014, más precisamente en Zhejiang, comenzó la campaña de destrucción de cruces e iglesias, que luego se propagó por muchas otras provincias de China.
La cruz de Lingkun no es la primera en ser destruida luego de la firma del acuerdo sino-vaticano. Tal vez la primacía la tenga la localidad de Zhumadian, en la provincia de Henan. El 3 de octubre pasado, una escuadra de obreros guiados por el vicejefe provincial del Frente Unido, destruyó una cruz porque “se veía demasiado”, alegando que incluso podía verse desde el tren de alta velocidad (foto 3). Él habría declarado: “Es demasiado visible. Tiene que ser destruida”. El Frente Unido es el organismo que supervisa las actividades religiosas.
La diócesis de Zhumadian fue suprimida por las autoridades provinciales. Ésta congrega a más de 60.000 fieles y actualmente está sin obispo, pero cuenta con un administrador, el Pbro. Cosmas Ji Chengyi. La violencia desatada contra las iglesias de Henan se explica por el hecho de que la provincia tiene un alto porcentaje de cristianos. Según algunas estimaciones, católicos y protestantes constituirían entre el 10 y el 15% de la población, una de las más altas de China, junto con Zhejiang.
Que la persecución se está incrementando se vuelve evidente por un factor más: hace algunos días, en Hubei, se llevaron a cabo asambleas de revisión de la labor desarrollada por el Frente Unido (y la Asociación Patriótica) orientada a “reeducar a los sacerdotes”. Debe destacarse que Hubei (o, para ser más exactos, Hankow) es el lugar donde se ordenó –en 1958- al primer obispo “independiente”, es decir, sin el mandato de la Santa Sede.
Una foto de dicha reunión muestra (en el Powerpoint, foto 4) la línea que las autoridades se proponen seguir, insistiendo en la actuación de una Iglesia “independiente”, obstaculizando el acuerdo y reafirmado la sumisión ideológica al Partido comunista chino. La traducción del texto en cuestión sería la siguiente:
“Hubei, primera provincia con Iglesia católica independiente. En la formación para el clero, se destacada cuanto sigue:
En primer lugar, aunque China y el Vaticano hayan firmado un acuerdo provisorio, el intento del Vaticano de interferir en los asuntos internos de la Iglesia católica china no ha cambiado, poniendo en duda el sistema jerárquico y difundiendo información negativa. ¡Estos sistemas se diversificarán y se volverán incluso más sofisticados a futuro!
En segundo lugar, algunos católicos han perdido la cabeza: están confundidos, puesto que no saben ‘qué bandera y seguir, ni qué dirección tomar...’ [1], no tienen información clara, ¡el principio de independencia y auto-gobierno parece haber sido olvidado!
En tercer lugar, luego de la división de las diócesis y de las disputas sobre las propiedades eclesiásticas, en muchas diócesis, a causa de relaciones de interés, se han registrado contrastes y contradicciones”.
Es interesante resaltar el tercer punto, en el cual se mencionan “disputas sobre las propiedades eclesiásticas”. Como es bien sabido, uno de los principales motivos para el estrecho control sobre la Iglesia y sobre los obispos por parte del Frente Unido, es prevenir los reclamos de restitución de las propiedades de la Iglesia, que fueron secuestradas por el Partido en el pasado. Según la ley china, éstas debieran ser restituidas a sus legítimos propietarios (o sea, la diócesis). Sin embargo, hace ya tiempo que los miembros del Frente Unido y de la Asociación Patriótica registraron estas propiedades a su nombre, contraviniendo la ley. (BC)
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[1] Según el Frente Unido, los católicos “confundidos” debieran obedecer a los resultados del 18vo Congreso del Partido Comunista chino, sometiéndose “sin vacilaciones” al socialismo con características chinas. Cfr. http://theory.people.com.cn/n/2012/1109/c40531-19536049.html
22/03/2018 14:18