Más de cinco mil fieles participaron en los funerales del obispo de Wenzhou. Mientras, Mons. Pietro Shao permanece “de vacaciones” con la policía (Fotos)
Otros tres sacerdotes secuestrados siguen sin aparecer. Se prohibio a la comunidad clandestina participar en los funerales. Mons. Shao, nombrado por la Santa Sede, es también bienvenido por parte de la comunidad oficial. Pero no está seguro de que el gobierno le dé su aprobación.
Wenzhou (AsiaNews)- Más de cinco mil fieles han participado en los funerales de Mons. Vincenzo Zhu Weifang de Wenzhou, muerto el pasado 7 de septiembre. La multitud de fieles llevó ramos de flores, banderas y coronas ornamentales, reuniéndose en el cementerio. La ceremonia se inició con una oración guiada por el p. Hu Longjian, junto a 43 sacerdotes de Wenzhou y de otras diócesis, a las hermanas, a los seminaristas y a los parientes del obispo difunto.
Los católicos locales se reunieron en el pueblo de Ma Qiao, el lugar de nacimiento de Mons. Zhu, donde está situado el cementerio católico. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas fueron sepultadas. La ceremonia de la sepultura fue presidida por el p. Sun Zhunhua, de 84 años, el sacerdote más anciano de la diócesis.
Ayer por la tarde, el p. Ma Xianshi, director del consultorio para sacerdotes, presidió una misa de réquiem. Según algunos fieles, el p. Ma -que ni siquiera es apreciado por parte de la comunidad oficial- sería la persona que el gobierno apoya para suceder a Mons. Zhu, si bien el Vaticano ha designado en el pasado al obispo coadjutor (ahora ordinario), en la persona de Mons. Pietro Zhao Zhumin.
Pero Mons. Shao pertenece a la comunidad clandestina y no es reconocido como obispo por el gobierno. Pocos días antes de la muerte de Mons. Zhu, el 23 de agosto, él fue “llevado de vacaciones” al noroeste de China, secuestrado por la policía. Otros tres sacerdotes de la comunidad clandestina fueron secuestrados. Todos los demás sacerdotes no oficiales fueron contactados y amenazados por la seguridad pública, para que no participen en los funerales de esta mañana. Si los sacerdotes hubiesen querido hacerlo -dijo una fuente a AsiaNews- tendrían que haber pedido un permiso previo a las fuerzas de seguridad.
Algunos sacerdotes no oficiales fueron a la capilla ardiente para rezar por Mons. Zhu. Otros se unieron a la multitud que llenaba el cementerio esta mañana. Muchos católicos de la comunidad oficial de Wenzhou están preocupados por el problema de la sucesión y la dirigencia de la diócesis y discuten entre ellos.
En la misa de réquiem de ayer a la tarde, el p. Ma subrayó a los fieles que “el obispo era un signo de unidad y de comunión en la Iglesia. La diócesis de Wenzhou ha estado marcada por muchas divisiones en todos estos años. Hasta hoy, hay poca comunión en los sacramentos. Recemos para que Mons. Zhu desde el cielo continúe rezando por la unidad de la diócesis de Wenzhou”.
Chen, un fiel laico, dijo a AsiaNews: “Si Mons. Shao vuelve a la vida pública para guiar toda la diócesis de Wezhou, deberá superar tantos problemas, comprendido el del permiso del gobierno, pero para los sacerdotes y los fieles de la comunidad oficial es bienvenido”.