Myanmar, la junta contra la Onu: Basta de interferencias en nuestros asuntos internos
Yangon (AsiaNews/Agencias)- El gobierno de Myanmar acusó a un alto funcionario de las Naciones Unidas de "interferencia" en los asuntos internos del país. Detrás de la denuncia, hacha por el Ministerio birmano de Exteriores, están las palabras pronunciadas por Yanghee Lee (representante especial de las Naciones Unidas en Myanmar) durante la visita a la nación asiática el mes pasado.
En su intervención la mujer, subrayó las pesadas discriminaciones contra la minoría musulmana Rohinya, víctima de persecuciones y abusos en la ex Birmania. El alto funcionario de las Naciones Unidas, además expresó fuertes críticas sobre la nueva ley, querido con fuerza por un grupo de monjes budistas nacionalistas, que prevé grandes limitaciones a los matrimonios mixtos y la libertad de conversión.
En los días sucesivos después de su visita, un monje budista de primer plano-ya famoso en el pasado por sus ataques a la libertad religiosa y por la instigación a la violencia- había usado graves ataques contra la representante. Las palabras del líder budista han provocado la firme reacción del Alto comisariado Onu por los derechos humanos, Zeid Raad al-Hussein, que pidió al gobierno de Naypyyidaw que condenase la agresión.
Sin embargo, en un comunicado oficial el Ministerio birmano de Exteriores, afirmó que algunas de las preocupaciones manifestadas por Lee no reflejan "el aspecto general positivo de una cuestión". Y agregó que, en ciertos casos, "es evidente" la interferencia "sobre cuestiones que tienen que ver y corresponden a la soberanía de un Estado y en la jurisdicción doméstica". El documento concluye con la invitación a desarrollar su propio trabajo "en modo profesional y prudente", sin hacer ninguna referencia a las injurias dirigidas contra el representante por el monje budista.
Desde junio del 2012, el Estado occidental de Kakhine es teatro de enfrentamientos violentísimos entre budistas y los Rohinya, que ya han causado al menos 200 muertos y más de 250 mil evacuados. Según las estimaciones de las Naciones Unidas en Myanmar-nación de mayoría budista- con 50 millones de habitantes-hay todavía 1,3 millones de pertenecientes a la minoría musulmana, que el gobierno considera emigrantes ilegales y que pos esto son objeto de abusos y persecuciones.