Myanmar, el país celebra la victoria de la NLD, pero los estudiantes permanecen bajo custodia
Yangon (AsiaNews) - En un país que celebra la victoria - ahora se da por sentada, aunque carece de la formalización – de la Liga Nacional para la Democracia (NLD), aún permanece abierta una cuestión irresuelta que es esencial para establecer un verdadero cambio democrático en Myanmar : la historia de los presos políticos birmanos. Estos incluyen docenas de estudiantes detenidos en los últimos meses, por manifestarse contra la reforma de la Educación deseada por el gobierno. La historia vuelve a ser de actualidad en este momento, debido a que algunos jóvenes, que promovieron una huelga de hambre contra la pena de prisión, se encuentran en condiciones precarias. Uno de ellos fue hospitalizado, mientras que se ignora el estado de salud de los demás, debido a que las autoridades de la prisión impiden la visita de los familiares.
Por otra parte, la cuestión de los presos políticos es una de las prioridades en la agenda de la NLD y de su líder ,Aung San Suu Kyi, siendo que ella misma fue obligada a permanecer bajo arresto domiciliario durante años . Su liberación es una de las medidas concretas en la tarea de la senda de la paz y la reconciliación nacional, aunque los críticos señalan que los ministerios clave, como son lo del Interior y Defensa, se mantendrán en el futuro en manos de los militares.
En junio de 2013, el presidente saliente, Thein Sein, había asegurado la liberación de todos los presos políticos antes de finalizar el año; una promesa ignorada, tanto es así, que al conluir el año había al menos 30 presos de conciencia en las cárceles birmanas. Y el número ha ido en aumento: las fuentes de la Assistance Association for Political Prisoners-Burma (AAPP) y la Former Political Prisoners Society Myanmar (FPP) afirman que, hasta la fecha, hay 112 presos políticos en la cárcel (estudiantes, periodistas, activistas, políticos, sindicalistas) y otros 470 procesados.
Una preocupación particular son las condiciones de Phyo Dana, quien, tras nueve días en huelga de hambre, fue hospitalizado por problemas gastrointestinales que han requerido la intervención inmediata de los médicos. Otros dos estudiantes - Than Htike, que sufre de asma, y Kyaw Zwa Lin, de vómitos de sangre – han interrumpido la protesta por motivos de salud; su cuadro clínico es frágil y sus familias están preocupadas. No se sabe, en ese momento, las condiciones de dos jóvenes que se plegado a la huelga de hambre (Soe Hlaing y Si Thu Myat, en la prisión de Mandalay) porque las autoridades les impiden a sus familias que los visiten.
Todos los estudiantes están en la cárcel por defender, por diversas razones, la protesta lanzada por los jóvenes en pasado marzo contra la reforma de la Educación, que tuvo su epicentro de lucha en la ciudad central de Letpadan, y fue reprimida con fuerza por la policía birmana. Hechos que han ganado las primeras planas de los periódicos internacionales y que han hecho surgir las protestas de muchos gobiernos occidentales, aumentando los temores de una repetición de los trágicos acontecimientos de septiembre de 2007, cuando una protesta de monjes y jóvenes fue violentamente reprimida por las autoridades.
Por último, uno de los tantos ex presos políticos en Birmania que hoy celebra la entrada en el Parlamento regional de Yangon es Nay Phone Latt, escritor y activista, que pasó varios años en la cárcel por defender la libertad de pensamiento y de expresión. "Estoy muy contento - dijo el nuevo parlamentario - y también soy conciente de mi enorme responsabilidad".
