Myanmar, el estupro "arma de guerra" para el ejército. Activista católica: violaciones inimaginables
Yangún (AsiaNews)- El ejército birmano usa todavía hoy el estupro y los abusos sexuales contra los civiles como "armas de guerra", Desde 2010 hasta hoy al emnos un centenar entre mujeres más o menos jóvenes- las estadísticas hablan sólo de los casos documentados, pero el balance podría ser mayor- son violentadas por los militares, con una particular incidencia en las áreas habitadas por las minorías étnicas. Es cuánto surge de una relación publicada en estos días por la Ong Women´s League of Burma, según la cual 47 hechos de crónica comprobados son estupros de grupo, mientras en 28 casos las víctimas (todas mujeres) fueron asesinadas o murieron por las terribles heridas recibidas. En muchos casos los soldados no han dudado en violentar a niñas de 8 años. Un hecho que hace más urgente, dicen las activistas, una reforma de la Constitución que asegure el control de la esfera civil sobre el ejército.
El gobierno birmano se apuró en desmentir las acusaciones. Ye Htut, vocero del presidente Thein sein (ex -general y primer ministro en tiempos del gobierno militar, hoy presidente de un gobierno semi- civil) subraya que no es "praxis del Tatmadaw (ejército birmano, ndr.) usar el estupro como arma". Y "si se cometieron casos por algunos individuos", agregó, "trataremos de hacer luz" y de "castigar a cuántos se mancharon de tales crímenes". En concreto, para identificar a los autores de las violencias invitó a los autores a "dar los detalles" de las cuestiones.
Después de decenios de dictadura militar, en 2011 la ex Birmania celebró sus primeras elecciones (en parte) libres, con un turno supletorio en 2012 que sancionó el ingreso al Parlamento de la líder de la oposición Aung San Suu Kyi, que transcurrió 15 de los últimos años en arresto domiciliario. Sin embargo, las Cámaras y el ejecutivo están aún en manos de los militares a los cuales les corresponde (según la Constitución) el 255 de las bancas. Y para reformar la Carta, que hoy impide a la nobel por la paz el poder ser candidato para las presidenciales del 2015, se necesita el 23% de la Asamblea.
Con el título: "Los mismos modelos, la misma impunidad: Los abusos sexuales del ejército birmano no terminarán hasta que no haya un gobierno civil", el documento hace un pedido para que termine la impunidad, que permite a los autores escapar de la ley y perpetra una "cultura de continua y creciente violencia". En los últimos 3 años se continuaron operaciones militares, concentradas en las áreas en las cuales viven las minorías étnicas, que han dejado sólo muerte, destrucción y repetidos abusos. Hace algunos días se hizo conocer la denuncia de una violencia cometida por elementos del 298 batallón de infantería del ejército en territorio kachin, contra una mujer que viajaba en un autobús salido de Myitjyina. La víctima fue detenida junto a sus compañeras, que lograron en un segundo momento escapar; Roi Roi (es su nombre) tuvo que sufrir un brutal estupro de grupo.
Las activistas de Women´s league of Burma, explican que el mayor número de violencias sexuales está unida a la ofensiva de los militares en los estados de kachin (59 casos) y Shan (30 casos que se refieren a mujeres). Los abusos no son episodios aislados, agregan, sino que se tartan de actos "difundidos y sistemáticos", que atestiguan como el estupro sea hoy aún usado como "instrumento de guerra y opresión". Y los hechos documentados serían sólo "la punta del iceberg". Una realidad dramática, alimentada por el desinterés central y por la comunidad internacional que han "cerrado un ojo", como sobraya Aung San Suu Kyi, sólo una modificación de la Constitución- que hoy garantiza tutela y da impunidad a los militares- podrá permitir un vuelco radical.
Entrevistada por AsiaNews, la activista católica Khon Ja Labang, ya miembro del movimiento Kachin Peace Network y comprometida en la pacificación de las áreas teatro de conflictos étnicos, confirma las violencias contra las mujeres en las zonas habitadas por las minorías étnicas. "[La violencia sexual] es una arma usada por los militares para posesionarse de los territorios Kachin, en modo que nadie pueda volver a sus pueblos de origen hasta que estén dando vuelta ellos, los militares". La activista explica que "hay signos de reformas en el mundo de los negocios y en el sector económico", pero "en otros sectores no se notó ningún cambio, digno de mencionarse" y los abusos son el indicador de "graves lagunas en el sector de la seguridad". El ejército continúa haciendo violaciones "inimaginables", concluye, a los cuales grupos humanitarios y asociaciones de categoría, entre las cuales una red llamada Kachin Lawyers Group, tratan de poner remedio "haciéndose cargo de la tutela legal de las víctimas".
01/09/2021 15:28