Mumbai: fue celebrado el funeral de Mons. Cheenath, “pastor de los últimos”

de Nirmala Carvalho

Las exequias se llevaron a cabo en la iglesia del Sagrado Corazón, ante la presencia de miles de fieles. Luego de la comunión, Mons. John Barwa recordó a su predecesor: “Un líder dinámico, que ha dedicado 42 años de su vida a servir a los extraviados. Gracias por todo lo que has hecho por los cristianos de Orissa”.

Bombay (AsiaNews) – Todos los católicos de la India hoy despiden a “un líder dinámico, que dedicó 42 años de su vida a servir a los extraviados, a los últimos entre los últimos. Un pastor vigilante, un gran visionario que tuvo el coraje y la claridad de alzarse reclamando justicia en la época de las masacres de Kandhmal”. Con estas palabras, Mons. John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar (Orissa), recordó a Mons. Raphael Cheenath, arzobispo emérito de su diócesis, fallecido a los 82 años de edad el 14 de agosto pasado.

Las exequias se llevaron a cabo hoy a las 15 (hora local) en la iglesia del Sagrado Corazón de Andheri Oriental (un barrio de Bombay). El Card. Oswald Gracias presidió la celebración, junto a 16 arzobispos, varios obispos y cientos de sacerdotes, muchos de los cuales provienen de Orissa.

Luego de la comunión, Mons. Barwa tomó la palabra para elogiar la obra de su predecesor, quien “cuidó de las víctimas de la violencia, combatió para detener la trata de mujeres, luchó por la reparación y la restitución de las viviendas de los cristianos que fueron afectados”.

“Nuestro amado arzobispo Cheenath – dijo Mons. Barwa –, tú has muerto como un vencedor, visto que la Corte Suprema de la India el 2 de agosto pasado dio lugar a la petición para mejorar la asistencia a las víctimas de la violencia perpetrada contra los cristianos de Kandhamal. La Corte suprema de Orissa otorgará un resarcimiento ulterior”. “Mi gente de la arquidiócesis –prosiguió- está muy orgullosa de su fe y de su Dios, que siempre ama. Hoy, el pueblo de Kandhamal repite las palabras de San Pablo: “Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados”.

Los restos de Mons. Cheenath fueron sepultados en el cementerio de los verbitas. A lado de su tumba fue colocado un gran arreglo floral, con la leyenda: “Gracias, arzobispo Cheenath, por todo lo que has hecho por Orissa”.