Mulu: Nativos contra la autopista que amenaza un parque de la Unesco
Las tribus Kaum Tering y Kaum Penan se oponen a la deforestación de vastas áreas de bosque virgen. La infraestructura corre el riesgo de tener un impacto devastador en el ecosistema, conocido por su biodiversidad y especies animales raras. La construcción de carreteras va de la mano con el aumento de la conversión forestal, la caza ilegal y el comercio clandestino de fauna silvestre.
Kuching (AsiaNews) – Las tribus Kaum Tering y Kaum Penan, que viven en su mayoría cerca del Parque Nacional de Mulu, en la región interior norte de Sarawak, están dando la voz de alarma. Sus preocupaciones se deben a las intensas actividades de tala, que preceden a la construcción de la autopista que unirá Miri con Mulu, que sin duda tendrán un impacto radical en sus medios de vida y, más en general, en la biodiversidad del área natural protegida.
Para estas tribus, los bosques que rodean el Parque Nacional Mulu están vivos y han cubierto sus necesidades físicas y espirituales de muchas maneras desde tiempos inmemoriales. Además, la zona es Patrimonio de la Humanidad UNESCO y es el parque nacional más grande de Sarawak. Es conocido por su gran biodiversidad, por las características kársticas, el pináculo de arenisca de 2.376 metros de altura llamado Gunung Mulu, la piedra caliza kárstica y los picos aislados, así como las numerosas plantas y especies animales raras y endémicas.
En declaraciones a AsiaNews, el ecologista Willie Kajan, un apasionado de la conservación de la naturaleza y de los temas ecológicos, explicó que grandes áreas de los bosques de la zona serán taladas para despejar el terreno para la construcción de la autopista Miri-Mulu. “No lo aceptaremos. No queremos ver grandes porciones de nuestros bosques talados por el gobierno sólo porque quieren construir una autopista”, advierte. Si su construcción “implica la tala de grandes porciones de bosque, nosotros, los nativos locales de Mulu – continúa – protestaremos con uñas y dientes”. “Creemos que es mejor – concluye el activista – construir sólo un pequeño tramo de carretera consolidada con asfalto y no una gran autopista que implica la deforestación de grandes secciones de nuestros bosques”.
En una conferencia de prensa reciente, Kajan explicó que las comunidades tribales ya han hecho saber que no permitirán que se derriben rocas o se corten las laderas en el proyecto de la carretera de Miri a Mulu.
Según se informa, la autopista de 200 kilómetros que une Miri con el Parque Nacional de Mulu, declarado Patrimonio de la Humanidad, se construirá para facilitar el desplazamiento de los turistas que visitan los sistemas de cuevas más grandes del mundo. La propuesta de este proyecto fue aprobada por la Asamblea Legislativa del Estado, con un coste estimado de 3.600 millones de ringgit (unos 770 millones de euros). El objetivo principal de la infraestructura es incrementar el turismo y las actividades socioeconómicas de la región.
Aunque las autoridades estatales han asegurado que la carretera no invadirá el Parque Nacional Mulu, pues terminará en el borde de la zona y los turistas serán transportados al interior en embarcaciones, las comunidades nativas se oponen al proyecto. El temor está alimentado por el hecho de que las carreteras y represas construidas en el pasado en el Estado han tenido un fuerte impacto en el sustento de sus poblaciones y en la biodiversidad del lugar.
Según Kajan, considerando la contribución que pueden hacer las buenas carreteras al crecimiento económico y la conectividad rural, es justificable ampliar la red vial de una zona. “Sin embargo, se plantean problemas importantes - advierte - cuando los promotores de las carreteras no tienen en cuenta todos los costos y riesgos que éstas pueden implicar para la economía, la sociedad y el medio ambiente en su conjunto”.
Además, la construcción de carreteras va de la mano con el aumento de la conversión forestal, la caza ilegal y el comercio clandestino de fauna silvestre.
“El clima tropical, las comunidades esporádicamente distribuidas y sus paisajes forestales excepcionalmente sensibles y ricos en biodiversidad hacen que la construcción de buenas carreteras sea particularmente complicada”. “Además, las evaluaciones de impacto ambiental inadecuadas no reconocen los riesgos reales y, por lo tanto - concluye el experto - no permiten a los responsables políticos y a los organismos de aprobación responder adecuadamente para minimizar los riesgos potenciales”.
Sarawak tiene dos sitios patrimonio de la humanidad: Mulu y el Parque Nacional de Niah, ambos ubicados en el norte del país. Actualmente, la única forma de llegar a Mulu es en avioneta desde Miri o por transporte fluvial.
19/05/2016 14:03
07/01/2022 11:45