Mujeres musulmanas en un congreso en Java Occidental dicen No a la poligamia

El encuentro apuntaba a reforzar el rol de las religiosas en la difusión de las enseñanzas islámicas. Las religiosas han discutido y emitido algunas fatwas. Fortalecer el rol de la mujer en el islam está en contraste con la propaganda de grupos extremistas. Las mujeres musulmanas como “agentes de cambio”. La poligamia genera violencia y no parte de las enseñanzas islámicas.

Yakarta (AsiaNews) – Hoy se concluyó el primer Congreso nacional de las predicadoras musulmanas de Cirebon, en Java Occidental (25-27 abril de 2017). Más de 700 personas, que incluyeron imanes, estudiantes y personalidades del mundo académico islámico, participaron de tres días de conferencias desarrolladas en el instituto universitario Kebon Jambu Al-Islamy.

El congreso apuntaba a reforzar el rol de las religiosas en la difusión de las enseñanzas islámicas, basadas en el Corán pero también en la Constitución indonesia y las leyes internacionales. El Congreso fue coordinado por tres organizaciones islámicas: la Fahmina Foundation (afiliada al Wahid Institute), el centro de estudios islámicos Rahima y el grupo por los derechos de la familia Alimat.

Ninik Rahayu, una de las organizadoras, contó que el tema del evento puede “sintetizarse en tres grandes cuestiones: el matrimonio infantil, la violencia sexual contra las mujeres, además de los daños al ambiente”, problemas que contribuyen a una desigualdad en lo social. Estas son las cuestiones que las participantes han considerado como más relevantes en las respectivas comunidades religiosas. Durante los tres días, las religiosas han discutido y han emitido algunas fatwas (sentencias islámicas) en relación a temas cruciales que afectan de manera directa a millones de mujeres indonesias.

Uno de los temas tratados fue el rol de las mujeres en la educación de la comunidad en lo que atañe a las enseñanzas islámicas pacíficas. Según las relatoras, esto ha demostrado ser efectivo a la hora de contrastar la propaganda de grupos islámicos extremistas violentos en las comunidades azotadas por el fundamentalismo. Varias predicadoras, estudiosas y activistas de países de mayoría musulmana, entre ellos de Nigeria, Afganistán, Pakistán e Indonesia, compartieron sus experiencias a lo largo de la discusión.

Roya Rahmani, embajadora de Afganistán en Indonesia, sostuvo que las mujeres musulmanas podrían introducir una narrativa de “musulmanes dinámicos”. La diplomática explicó que las mujeres musulmanas debieran ser reconocidas como buenas negociadoras, porque son capaces de llegar a la gente de un modo más eficaz y tierno que los hombres.

Por Pakistán, Bashra Qadeem compartió sus experiencias en lo referido a promover el respeto por los diversos credos y culturas en las escuelas superiores de Peshawar, donde las comunidades a menudo ven que los chicos adolescentes son reclutados para perpetrar ataques suicidas. A través del diálogo, con el cual las madres finalmente se convencen de que semejante “martirio” es errado y no tiene nada que ver con islam, las mujeres podrían tornarse “agentes de cambio”.

El congreso expuso las posiciones de las musulmanas indonesias en relación a la ampliamente debatida controversia en torno a la poligamia. Las mujeres han subrayado que dicha práctica no forma parte de las enseñanzas islámicas.

Según Siti Ruhaini Dzuhayatin, que representa a Indonesia en la Organización para la Cooperación Islámica (OIC), el islam jamás introdujo la concepción de tener varias mujeres. “La poligamia existió desde la época de jahiliyyah. En aquella época, los hombres eran autorizados a tener un número ilimitado de mujeres” dijo Siti, al referirse a la “edad de la ignorancia” en la historia del Oriente Medio, antes del advenimiento del islam. “Con la llegada del islam, la práctica fue humanizada y el número [de las mujeres con las cuales un hombre podía casarse] pasó a ser limitado”, agregó.

Nur Rofiah, del Jakarta Quranic College, afirmó: “Debemos aprender que el Corán en sí impulsa a una monogamia; Afirma que si los hombres no son capaces de tratar a las mujeres de un modo justo, entonces deben tener solamente una mujer. Por lo tanto, el requisito [para tomar a una segunda mujer] es riguroso, y esto es debido a que la práctica puede llevar a la violencia contra las mujeres”.