Muertos y secuestrados en una guerra que no es suya: decenas de tailandeses y nepaleses entre las víctimas de Hamás

de Steve Suwannarat

Ninguna piedad de las milicias palestinas para los numerosos inmigrantes asiáticos que trabajan como agricultores en los kibutz cerca de Gaza. Algunos también han sido tomados como rehenes y llevados a la Franja. Preocupación entre las comunidades india y filipina de Israel. La madre de Noa Argamani, la joven secuestrada en el rave party en el desierto cuyo vídeo inmediatamente se volvió viral, todavía vive en la República Popular China.

Tel Aviv (AsiaNews/Agencias) – Víctimas de un conflicto que no es suyo. También hay muchas familias asiáticas que están de luto por los muertos como resultado de la incursión de Hamás en los kibutz cerca de Gaza o que están angustiadas por el secuestro de sus seres queridos. Y no es casualidad: los asentamientos agrícolas del sur de Israel es una de las zonas donde más se concentran los trabajadores migrantes del Lejano Oriente. Migrantes de los que hemos hablado muchas veces por las duras condiciones de trabajo impuestas por una de las legislaciones más restrictivas del mundo y que tienen permisos de residencia estrictamente vinculados a contratos de trabajo temporales, sin ninguna posibilidad de acceder a la ciudadanía israelí. Sin embargo, ellos también fueron tratados como "colaboracionistas", sin piedad alguna, por los comandos palestinos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bangkok confirmó hasta el momento dos muertos, según el comunicado del viceministro Jakkaphong Sangmanee, pero diversas fuentes, entre ellas los patrones israelíes, hablan de unos doce en total, a los que hay que sumar ocho heridos, dos de ellos graves, y 11 secuestrados por milicianos, tres de los cuales han sido identificados.

El Gobierno tailandés anunció que ha puesto a disposición un avión de la Fuerza Aérea para establecer un puente aéreo que permita traer de vuelta a sus ciudadanos que trabajan en la zona de conflicto cerca de la Franja de Gaza, en Ashkelon, Netivot y Sderot. Se calcula que vivían en la zona unos 5.000 de los casi 30.000 tailandeses empleados en Israel.

El Ministerio de Trabajo informó que hasta el momento resulta imposible determinar el paradero de los tailandeses secuestrados, y el primer ministro tailandés Srettha Thavisin, que se encuentra de gira por varios países asiáticos, ha encargado a su vice que vigile la situación. La embajadora de Israel en Bangkok, Orna Sagiv, pidió la solidaridad de los tailandeses y "unirse a nosotros en oración por las almas de aquellos que perdieron trágicamente la vida y por un rápido fin de la violencia".

El número de víctimas provenientes de Nepal también es muy elevado: según noticias difundidas por la embajada de Nepal en Tel Aviv, hay unas diez víctimas nepalesas, en su mayoría peones agrícolas que trabajaban en el kibutz de Amunim, uno de los que atacaron el sábado por la mañana las milicias palestinas. Otros dos nepaleses están hospitalizados en estado grave, mientras que otros desaparecidos podrían encontrarse entre las personas secuestradas que fueron llevadas a la Franja de Gaza. En total, actualmente hay aproximadamente 4.500 ciudadanos nepaleses en Israel.

La situación también se sigue con preocupación en la India, otro país que tiene un número importante de trabajadores emigrados en la zona afectada por las incursiones de Hamás. Consultadas por AsiaNews sobre la suerte de los migrantes católicos indios, fuentes in situ respondieron: "No tenemos noticias de migrantes muertos o tomados como rehenes, pero la situación es muy tensa y hay mucho miedo por lo que puede pasar... Recen por la paz".

Otra comunidad asiática muy preocupada es la comunidad filipina, que también tiene alrededor de 30.000 trabajadores migrantes en Israel, muchos de los cuales trabajan como acompañantes de israelíes ancianos. Sin embargo, son pocos los que realizan su trabajo en las ciudades más cercanas a la frontera con Gaza. El subsecretario de Relaciones Exteriores del gobierno de Manila, Eduardo de Vega, habló de un "pequeño número de filipinos que no han sido localizados en el sur de Israel. Menos de 10, unos cinco o seis".

Por último, cabe señalar que Noa Argamani -la joven ciudadana israelí secuestrada durante el rave party en el desierto y cuyo vídeo se volvió viral en las primeras horas del ataque- nació en China y su madre todavía vive en la República Popular China. Esta circunstancia se está comentando mucho en este momento en las redes sociales en China, junto con las historias de ciudadanos chinos varados en el país. “Pedimos a las partes interesadas que mantengan la calma, actúen con moderación y pongan fin inmediatamente a las hostilidades para proteger a los civiles y evitar un mayor deterioro de la situación - escribió ayer en una nota el Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing -. La reanudación del conflicto demuestra una vez más que el prolongado bloqueo del proceso de paz no puede continuar. La salida fundamental del conflicto es la aplicación de la solución de los dos Estados y la creación de un Estado palestino independiente".

(Con la colaboración de Nirmala Carvalho)