Muertos y heridos en una revuelta en Karakalpakistán

de Vladimir Rozanskij

Los habitantes de la región autónoma uzbeka protestan contra la reforma de la Constitución. El gobierno retira la enmienda que anulaba el derecho de los karakalpakos a la secesión. Son pocas las noticias que llegan desde el lugar de los enfrentamientos. La crisis amenaza la estabilidad de Uzbekistán.

Moscú (AsiaNews) - El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, declaró que tras las protestas en Karakalpakistán se registraron víctimas entre los manifestantes y las fuerzas del orden. Por el momento, el saldo oficial contabiliza 18 muertos y 243 heridos. Las manifestaciones comenzaron a finales de junio, tras la presentación del proyecto de reformas constitucionales. El gobierno propuso eliminar el término "soberano" de la descripción del estatus de la república de Karakalpakistán, y eliminar el derecho de sus ciudadanos a pronunciarse para separarse de Uzbekistán.

El primero de julio, miles de personas salieron a las calles de Nukus, la capital de Karakalpakistán, y de otras ciudades de la región autónoma. Mirziyoyev voló a Nukus dos veces en tres días, y declaró el estado de emergencia. Unidades especiales de la Guardia Nacional acudieron al lugar y las autoridades impusieron restricciones a la red de telefonía móvil e Internet.

Es difícil obtener información precisa sobre los acontecimientos: los medios de comunicación oficiales uzbekos no difunden noticias, y el acceso a las redes sociales es problemático. Según Ulusmedia.kz, la policía y la Guardia Nacional abrieron fuego contra los manifestantes, y también emplearon granadas cegadoras y gases lacrimógenos. Arbat.media publicó algunos vídeos de aficionados en los que se muestran los arrestos en las calles de Nukus. También circulan imágenes de personas con el cuerpo ensangrentado y calles cubiertas de sangre, pero es imposible verificar la credibilidad de estos testimonios.

Tras el inicio de los disturbios, el presidente uzbeko propuso mantener el punto sobre la soberanía de Karakalpakstán en la nueva Constitución. El Ministro del Interior uzbeko declaró ilegales las manifestaciones, añadiendo que "surgieron de una interpretación errónea de las reformas constitucionales".

En su intervención del 2 de julio en el el Žogarky Keneš, el Parlamento uzbeko, Mirziyoyev trató de tranquilizar a los diputados: "Ustedes tomaron la iniciativa y firmaron las enmiendas, los artículos en cuestión no se modificarán si el pueblo de Karakalpakistán no está satisfecho". También añadió que "unir los destinos de los dos Estados traerá prosperidad a toda la población", aludiendo a la solución de los problemas de sequía en el mar de Aral y a otros proyectos de desarrollo. El presidente cerró su discurso con una frase rotunda: "Estoy orgulloso de ser hijo no sólo de Uzbekistán, sino también de Karakalpakistán”.

La República de Karakalpakistán es la región más vasta de Uzbekistán, ya que representa el 40% del territorio nacional. Sin embargo, es la zona menos poblada: solo dos millones de habitantes viven allí, frente a una población total de casi 35 millones a nivel nacional. En Karakalpakistán se reconocen dos lenguas oficiales, el karakalpako y el uzbeko. La región autónoma había sido creada en los primeros años de la Unión Soviética -en un inicio como parte de Rusia y luego de Kazajistán- y en 1936 fue anexionada a la República Soviética de Uzbekistán, en el marco de las políticas de control de nacionalidad impuestas por Stalin.

En 1990, el consejo de la región autónoma había aprobado la declaración del Estado, que también fue confirmada por Moscú. Sin embargo, en 1993 se firmó un acuerdo interestatal con Uzbekistán por un plazo de 20 años, en el que se garantizaba el derecho a salir del Estado uzbeko, derecho confirmado en la Constitución en su artículo 70, a pesar de las seis enmiendas constitucionales realizadas desde 1993. El acuerdo debía discutirse nuevamente en 2012, pero hubo persecuciones y represiones ordenadas por el histórico presidente Islam Karimov, quien permaneció en el poder desde 1991 hasta su muerte, en 2016. Karimov temía que se produjeran derivas fundamentalistas islámicas como las que habían provocado atentados y masacres en años anteriores.

Karakalpakistán vive gracias a las subvenciones de Taskent, y se ve fuertemente afectado por los problemas ecológicos y la distribución de los recursos hídricos, en gran parte absorbidos por el vecino Turkmenistán, y en parte dispersos por las estepas deshabitadas. Los intentos de limitar los impulsos independentistas de los karakalpakos también parecen estar condicionados por los recientes levantamientos de Gornyj Badakšan en Tayikistán y por la situación del Donbass en la guerra en Ucrania, todos ellos aspectos locales de la interminable cuestión de las nacionalidades post soviéticas.