Mosul: hallaron esculturas asirias de 2.700 años cerca de la puerta destruida por el ISIS

Excepcional hallazgo realizado por un grupo de arqueólogos estadounidenses e iraquíes cerca de al-Masqa, demolida por los yihadistas. Encontraron ocho grabados en piedra con escenas de guerra de la época del rey Senaquerib, que gobernó a su pueblo entre el 750 y el 681 a.C. El patrimonio cultural es el verdadero "oro negro" de Irak, más que el petróleo.

Mosul (AsiaNews) - Un equipo de arqueólogos iraquíes y estadounidenses realizó un descubrimiento excepcional: hallaron ocho valiosos grabados rupestres de más de 2.700 años de antigüedad. Las piezas escultóricas muestran escenas de guerra que se remontan a la época de los reyes asirios. La misión opera en la gobernación de Nínive y ha iniciado un proyecto de excavación y restauración cerca de la famosa puerta de al-Masqa, que fue demolida por el Estado Islámico (EI, antes ISIS) entre 2014 y 2017, durante el periodo en que el grupo yihadista controló la ciudad del norte de Irak.

Según el Director General del Departamento de Investigación y Excavación, Ali Shalgham, las piezas de la antigüedad "pertenecen a la segunda temporada de excavaciones y contienen escenas de guerra". Al analizar los grabados cuneiformes, añade, "se descubrió que pertenecen a la época del rey Senaquerib", que gobernó a su pueblo entre el 750 y el 681 a.C.

El hallazgo consiste en ocho losas de piedra marmórea (alabastro), cuyos grabados representan a soldados asirios, uno de los cuales intenta disparar una flecha. Las imágenes incluyen palmeras, uvas, granadas e higos que se encontraban en el interior del palacio del rey Senaquerib. Tras el descubrimiento, los expertos de la Universidad de Pensilvania se ocuparán de la conservación de las esculturas para evitar su deterioro debido al clima, que pone en peligro el patrimonio del país.

El experto explica que las tareas consisten en preparar el terreno para el mantenimiento de los cimientos y los muros de la puerta de al-Masqa, una de las más antiguas, situada en la parte occidental de Mosul. En una segunda etapa se realizará la intervención más exigente, con la restauración de la puerta para llevarla a su estado original. El objetivo es lograr que luzca tal y como era antes de su demolición a manos de los hombres del autodenominado "califato" en 2016. Se trata de un proyecto a gran escala financiado por la Coalición Internacional para la Protección del Patrimonio en Zonas de Conflicto (ALEF).

La restauración del patrimonio cultural es una de las prioridades en las que hacen hincapié la Iglesia caldea y su Patriarca, el Card. Louis Raphael Sako. El objetivo es "preservar el patrimonio y desmantelar" la ideología fundamentalista que llevó a la destrucción de monumentos y tesoros en Nimrud, Hatra y Mosul. Desde la época en que se desempeñaba como arzobispo de Kirkuk, el cardenal ha denunciado que corre peligro lo que él define como un "bien universal" que hay que salvaguardar, como es la arqueología, que por sí sola vale "más que el petróleo". Es una tarea que incumbe a todos los iraquíes, no solo a los cristianos, y que invitó a emprender ya en 2016, durante la "Conferencia Internacional para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural en Zonas de Teatro de Conflicto", celebrada en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).

En este marco se desarrollan las obras de restauración de la famosa iglesia del reloj (la iglesia de Al-Saa, Nuestra Señora de la Hora), también en Mosul, que avanzan gracias a un proyecto conjunto de los Emiratos y la Unesco, y que también incluyen la mezquita de al-Nouri. El lugar de culto de los padres dominicos data de finales del siglo XIX y era famoso por su campanario con reloj, un regalo de la esposa de Napoleón III, Eugenia de Francia. Antes de volarlo con explosivos, los milicianos del ISIS saquearon el edificio, expoliando bienes de valor histórico y cultural que se conservaban en su interior.