Moscú: personas, asociaciones y periodistas sospechosos de ser 'agentes extranjeros'
La sospecha recae sobre todos los que reciben dinero del exterior. Portavoz de la Duma: "Quien reciba dinero de extranjeros tendrá que explicar a los ciudadanos de Rusia a qué país pertenecen los intereses que apoya". Hacer “limpieza” antes de las elecciones de 2021.
Moscú (AsiaNews) - Las personas, las asociaciones y los periodistas que reciben dinero del exterior pueden ser sospechosos de conspiración contra Rusia. La Comisión de Seguridad y Lucha contra la Corrupción de la Duma Estatal (foto 1) aprobó ayer en primera lectura un proyecto de ley que amplía el reconocimiento de la condición de "agente extranjero" a personas y organizaciones sin personería jurídica. Para las asociaciones registradas, esa categoría se había decidido hace dos años, limitando la actividad de cualquier organización que recibiera financiación del exterior.
En la redacción del proyecto de ley participó la Comisión “para la lucha contra la injerencia extranjera” (foto 2), compuesta por miembros de ambas ramas del parlamento ruso. El portavoz de la Duma, Vasilij Piskarev, explicó que el objetivo es "dar mayor transparencia a las financiaciones extranjeras destinadas a apoyar actividades políticas dentro de Rusia". Subrayó que el propósito de la ley es aprobar nuevas normas de la Constitución rusa en relación con la "defensa de la soberanía”. Quien reciba dinero de extranjeros tendrá que explicar a los ciudadanos de Rusia de qué país se interesa ”.
También se pueden clasificar como agentes extranjeros los ciudadanos rusos que difunden información de los medios de comunicación que a su vez se definen como "agentes extranjeros", es decir, que reciben dinero del exterior. Los senadores y diputados proponen asimismo incluir en la lista "aquellos que se dedican a actividades políticas que favorecen los intereses de un estado extranjero, o recogen información de fuentes extranjeras para utilizarla contra la seguridad de la Federación Rusa". Estas nuevas normas se aplican según artículos distintos a los que ya existen en la legislación rusa contra la traición al Estado y el espionaje.
La condición de agente extranjero se puede aplicar a cualquier persona, independientemente de su ciudadanía o nacionalidad, y a cualquier grupo, incluso informal, que reúna las características previstas en el proyecto de ley. A los que sean identificados como agentes extranjeros se les impondrá la obligación de rendir cuentas cada seis meses sobre sus actividades en las oficinas del Ministerio de Justicia, en particular por lo que se refiere a los recursos financieros recibidos del exterior. Además, cuando difundan cualquier información a través de las redes sociales, deberán dejar en claro su condición de agentes extranjeros, a los cuales se les prohibirá realizar cualquier actividad al servicio de la administración pública nacional o municipal.
Si un extranjero residente en otro país tiene la intención de realizar las actividades descritas por la ley, deberá informar previamente a los organismos pertinentes de su llegada al país, con la excepción únicamente de los miembros de representaciones diplomáticas, los periodistas acreditados en Rusia y otras categorías similares de personas.
El gobierno apoya plenamente el proyecto de ley, declaró el viceministro de Justicia, Oleg Sviridenko. Explicó también que en los últimos tres años, ingresaron al país más de 2 mil millones de rublos, unos 22 millones de euros, para financiar organizaciones sin fines de lucro. “El problema no radica solo en el dinero” - dijo Sviridenko - “los agentes potenciales no solo reciben financiamiento directo, sino también muchos otros bienes materiales, por lo que deberíamos ampliar aún más los términos de la futura ley”. Un miembro de la Cámara Social, María Butina, propuso no limitar las actividades de los agentes extranjeros a la política, sino "señalar todas las actividades a excepción de las religiosas y culturales, como en Estados Unidos, y analizar cada caso por separado".
La razón de estas nuevas restricciones, según muchos observadores, es la preparación de la campaña electoral para la Duma en 2021, en vista de la cual es necesario "hacer una limpieza". Desde el fin de la Unión Soviética, hay muchísimas organizaciones que reciben financiación del exterior, comenzando por las humanitarias y las religiosas vinculadas a países extranjeros, como los católicos, con todas las actividades relacionadas con las específicamente denominadas de culto y pastorales. También hay muchas instituciones editoriales, académicas, culturales y educativas, a las que les resultará cada vez más difícil conservar su autonomía y continuar sus actividades en Rusia.
28/12/2020 10:21