Moscú: la nueva Duma comienza a sesionar, pero podría ser la última electa

de Vladimir Rozanskij

El régimen de Putin quiere valerse de la legislatura para blindar las instituciones contra la disidencia. Se prevén más restricciones para la oposición. El objetivo es extender el uso del voto electrónico, más manipulable desde la cima del poder. Propuesta radical: sustituir las elecciones por referendos que confirmen a quien está en el poder.

Moscú (AsiaNews) - El 29 de septiembre se abrirá la primera sesión del Parlamento ruso, que deberá legislar sobre algunos detalles referidos a la elección del presidente y de los nuevos líderes parlamentarios. Tras los saludos presidenciales y los actos habituales, los diputados serán llamados a una intensa actividad legislativa desde el mes de octubre.

El resultado de las elecciones ha dejado un sabor amargo en la boca de los líderes rusos: por un lado confirmó su poder, pero también reveló muchas señales de impaciencia. La intención es, por tanto, aprovechar el próximo quinquenio para reforzar las instituciones y ponerlas a salvo de cualquier forma de disidencia. En las primeras semanas de sesiones, el Gobierno enviará el proyecto de ley financiera para el periodo 2022-2024, que habrá de formularse a nivel federal y regional.

Hay cuando menos veinte proyectos de ley en agenda. En primer lugar, aquellos relacionados con la economía y las cuestiones sociales: la prohibición de retirar dinero directamente de las cuentas de los deudores, la autorización para que los padres de niños discapacitados puedan permanecer en el hospital con sus hijos de forma gratuita y las multas por no respetar los derechos de los animales. En general, se teme que todas estas iniciativas sirvan como cortina de humo para imponer un fuerte ajuste a la economía del país, que lleva años en crisis.

Para evitar futuras sorpresas e incertidumbres electorales, se barajarán reformas en el sistema de votación. El régimen de Putin quiere evitar lo que da en llamar "injerencias extranjeras" que apoyan a "grupos extremistas" como los de Alexei Navalny y las fuentes de información menos alineadas con el "partido en el poder". Lo más probable es que el polémico voto electrónico, que parece más manipulable desde la cima, se extienda a todos los niveles del proceso electoral, incluyendo las elecciones presidenciales. Al mismo tiempo, el Kremlin impondrá restricciones más sistemáticas a los gigantes de la informática, cuyo acceso a la red rusa estará sujeto a mayores controles.

Otra medida de la que ya se habla es el cambio a un sistema electoral prácticamente mayoritario y uninominal, para restar protagonismo a los partidos y sus porcentajes, aunque la mayoría absoluta esté firmemente en manos de los putinistas. La propuesta más radical podría ser la eliminación de las elecciones, para sustituirlas por simples referendos que confirmen al régimen y a sus representantes, dado que la población no ha mostrado mucho interés en el desafío de las listas electorales.

Las pocas voces que discrepan han quedado prácticamente fuera del recinto parlamentario y discuten iniciativas para derogar el voto electrónico. Una activista de derechos humanos, Marina Litvinovich (ver foto 2), propuso crear una coalición de todos los opositores "para evitar que se roben millones de votos de los ciudadanos de nuestro país como en estas elecciones", y para luchar contra cualquier otra forma de fraude. También se ha anunciado una serie de manifestaciones públicas, con fechas a definir.

Cabe recordar que casi todas las manifestaciones siguen prohibidas en Rusia. Para evitar que la policía intervenga, Litvinovich propone utilizar "la única forma de reunión que sigue vigente: la de los diputados electos, con sus votantes". La propia Litvinovich, candidata por los liberales, no obtuvo ningún escaño, pero varios diputados comunistas del KPRF dijeron que están dispuestos a participar en este tipo de encuentros, abiertos a los ciudadanos.

En 2022 se celebrarán importantes comicios en Rusia, especialmente a nivel municipal, y muchos temen que sean las últimas elecciones de la era Putin.