Moscú: Putin y Cirilo, patriotismo y teología en los días de la victoria
Putin: No a un patriotismo “rancio y mohoso”, sino “dedicarse uno mismo al desarrollo del propio país”. Cirilo: “El compromiso heroico de servir y ayudarse el uno al otro, como hicieron los soldados en el campo de batalla de la Gran Guerra patriótica”. La fe ortodoxa en los tiempos de Stalin y de la lucha contra el nazismo. Continúa la plaga de muertos a causa del coronavirus en el clero de la Iglesia ortodoxa.
Moscú (AsiaNews)- En los días de la Victoria sin desfiles ni cortejos, el presidente Vladimir Putin y el patriarca de Moscú Cirilo (Gundjaev) intervinieron para aclarar el verdadero concepto, la gran “idea nacional” de Rusia. Con su lenguajes directo y popular, Putin intervino en el canal TV Rossija, explicando que el patriotismo “no debe ser barato, no debe ser rancio y mohoso…El patriotismo consiste el “dedicarse uno mismo al desarrollo del propio país”. Criticando los excesos nostálgicos, el presidente subrayó que “no es necesario reclamar todo el tiempo solamente a nuestro pasado heroico, es necesario mirar al no menos heroico y victoriosos futuro, en esto consiste la promesa del suceso”.
El 9 de mayo, en la iglesia de Alejandro Nevskij en Peredelkino, donde se encuentra en aislamiento en la villa patriarcal, Cirilo celebró la liturgia fúnebre en honor de los caídos en aquella que los rusos llaman la “Gran Guerra Patriótica” contra el nazismo. En la homilía final, Cirilo indicó en lo héroes de la guerra el modelo de la caridad cristiana hacia el prójimo: “La oración fúnebre de hoy se une a la oración por nuestra Patria, para que el Señor custodie a nuestro pueblo y a nuestro país de los enemigos internos y externos. Que Él no refuerce en el compromiso heroico de servir y ayudarnos los unos a los otros, como hicieron los soldados en el campo de batalla de la Gran Guerra patriótica”.
El jefe de la Iglesia rusa auspició que todos sean capaces de expresar un tal amor por el próximo “no sólo en condiciones extremas, sino también en aquellas normales y hasta en aquellas cómodas de la vida moderna”. En particular, Cirilo invitó a rezar para que “El Señor nos proteja a todos de esta terrible epidemia que se nos vino encima justo este año jubilar de los 75 años de la Victoria, llevándose tanta vidas. Quizás la memoria de los grandes héroes de guerra nos ayudará a ser más valientes frente a esta agresión, recordando que no debemos pensar solamente en nuestra vida personal, sino en la vida de quien tenemos al lado, según el ejemplo de los soldados de la Guerra Patriótica”. Muchos comentan las expresiones del patriarca como una forma de “teología de la Victoria”, que une la fe “con la fuerza de las armas y el talento del guía supremo” (“por la patria y por Stalin”).
Después de la liturgia, el patriarca fue a Moscú a deponer un ramo de rosas, a los pies del “fuego eterno” de los héroes en el parque de la Victoria (Foto 1). Pronunciando un discurso en tal ocasión. Cirilo recordó cómo la guerra permitió el hacer renacer la fe ortodoxa en el pueblo soviético, ayudando a la victoria: “durante la guerra sucedió algo muy importante; habían entrado en la guerra con las iglesias destruidas y los monasterios cerrados, pero he aquí que inició la guerra y fue como si no hubiesen existido todos aquellos terribles años de persecución. La gente dejó de avergonzarse y haciendo el signo de la cruz se lanzó al ataque del enemigo, en nombre de Dios”. Como es conocido, después de la invasión alemana de 1941, Stalin puso en pie a la Iglesia ortodoxa, justamente para sostener el ideal patriótico, que no era contemplado en la teoría “internacionalista” del comunismo leninista.
En las trincheras-recordó Cirilo- se recitaban las oraciones ortodoxas, en particular el salmo 90, “Quien habita al reparo del Altísimo” e invitó a repetirlo en estos días de pandemia.
La teología patriótica impone celebrar la victoria “con las lágrimas en los ojos”, en fuerza d los grandes sufrimientos que el pueblo ruso supo soportar en su historia, en los tiempos antiguos (el yugo tártaro, los “turbios polacos”) y en aquellos modernos (Napoleón, Hitler): la esperanza es que las víctimas de la pandemia no sea tan numerosa, como aquellas (millones) de las grandes victorias.
Mientras tanto, la Iglesia ortodoxa rusa continúa contando las víctimas del virus. El 9 de mayo murió otro párroco muy conocido de Moscú, el protoierej Vladimir Bushuev (Foto 3), de 69 años de la iglesia de la Protección de la Madre de Dios en el barrio de Ismailovo. Además el famoso Padre Dimitri Smirnov, internado el 7 de mayo, se encuentra en condiciones muy graves y los médicos temen por su vida.
09/05/2020 10:55
27/05/2020 12:33