Moscú y Ankara proponen la plataforma 3+3 para el Cáucaso

de Vladimir Rozanskij

Entablan diálogos con Azerbaiyán, Armenia e Irán. Hasta ahora, Georgia rechaza la iniciativa de la plataforma. Tiflis no confía en el Kremlin, con el que se enfrenta por los territorios de Abjasia y Osetia del Sur. Al igual que los ucranianos, los georgianos se vuelcan a la OTAN para contrarrestar la amenaza de Rusia.

Moscú (AsiaNews) – Los representantes de los países del Cáucaso meridional (Azerbaiyán, Armenia) entablaron una reunión con enviados de Turquía, Rusia e Irán en la capital rusa. Fue para evaluar los términos de la colaboración en el marco del esquema 3+3 propuesto por Erdogan, con el apoyo de Moscú. Los georgianos se muestran reacios a aceptar este nuevo formato, por su enfrentamiento con Rusia, que ocupa los territorios de Abjasia y Osetia del Sur.

A través de un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores, Georgia informó de su negativa al proyecto en el que se trabajará el año próximo. El grupo 3+2 mantuvo un primer encuentro el 10 de diciembre en Moscú. El primer ministro armenio Nikol Pashinian recibió garantías de que en estos coloquios no se abordarán los problemas vinculados al conflicto con los azeríes en Karabaj, que quedarán supeditados a tratativas de otro nivel.

El gobierno de Tiflis no confía en los rusos, pues el Kremlin no parece interesado en respetar los términos de los acuerdos de 2008, firmados por el ex presidente ruso Medvedev, con la mediación de su homólogo francés Sarkozy. Según Moscú, los georgianos deberían tener en cuenta los cambios ocurridos en los últimos años y participar activamente en la dinámica que se observa hoy en la región del Cáucaso.

En la reunión de principios de diciembre con los países de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dio a entender que está dispuesto a revisar los criterios de seguridad en la región, y que Moscú podría hacer ajustes a cambio de que Georgia renuncie a entrar en la OTAN. Lavrov dijo que "nos hemos propuesto volver a los fundamentos de la OSCE: igualdad de derechos, consenso, diálogo y seguridad de forma mancomunada. Estoy seguro de que este sistema también puede ser útil para Georgia". Añadió que durante mucho tiempo Tiflis puso un freno a su propio desarrollo, precisamente por no respetar los intereses de todos los Estados implicados en el equilibrio caucásico.

Tras mostrar el cebo en el anzuelo, Rusia amenazó a Georgia con nuevos problemas si no acepta sus propuestas. En las recientes negociaciones en Ginebra, Moscú exigió a Tiflis garantías para la independencia de Abjasia y Osetia del Sur -actualmente controladas por el Kremlin- similares a las "repúblicas autónomas" de Lugansk y Donetsk en el Donbass ucraniano. Rusia insiste en la autonomía de estos territorios pues teme que la OTAN se expanda hacia el Este, a partir de la cuenca del Mar Negro.

Vladimir Putin trabaja en varios frentes para protegerse de los planes de expansión de los estadounidenses y europeos, que pretenden avanzar tanto en Georgia como en Ucrania. Según Valerij Čečelašvili, experto del Centro de Estudios Estratégicos de Georgia y ex embajador en Rusia, Moscú intenta por todos los medios consolidar sus posiciones, consciente de que no puede resistir el desafío militar y estratégico con Estados Unidos y sus aliados. "Rusia tiene un PIB de 1.3 billones de euros”, explica Čečelašvili, y “pretende que Washington -una economía de 18.5 billones- y toda la comunidad internacional, que ha establecido un régimen de sanciones contra el Kremlin, brinden garantías contra la ampliación de la OTAN". En realidad, dice el experto georgiano, "será una elección de Georgia y Ucrania, sobre todo para defenderse de la agresión de Moscú, que no respeta la integridad territorial de los países vecinos".

Muchos analistas creen que Rusia levanta la voz y fanfarronea para tratar de detener el curso de los acontecimientos, que bien podrían arrebatar a Moscú el control de gran parte de la antigua zona soviética.