Moscú reivindica la victoria sobre los nazis. El Patriarca recuerda a san Jorge
Mañana Rusia recuerda la conquista de Berlín, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial. Kirill: Los santos "se opusieron místicamente al invasor". Se presentó en la Duma una ley que prohíbe negar el "papel decisivo" de la URSS en la victoria sobre la Alemania nazi. Establece una multa de hasta 5 millones de rublos y condena a trabajos forzados de hasta 5 años. Historiador Oleg Budnitskij: "De esa manera las discusiones científicas se equiparan con los delitos". Un culto pagano a la victoria.
Moscú (AsiaNews) - Rusia recuerda mañana, 9 de mayo, la conquista de Berlín, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial. En vísperas de las celebraciones, el patriarca de Moscú Kirill (Gundjaev) afirmó que la guerra contra los nazis "estuvo marcada por dos fechas proféticas: el 22 de junio, cuando los alemanes invadieron Rusia en 1941, era el domingo de la fiesta de 'Todos los santos que iluminaron la tierra rusa', que se opusieron místicamente al invasor. Y mientras muchos celebran el final de la guerra el 8 de mayo, el día de la victoria para nosotros es el 9 de mayo, memoria de san Jorge mártir, protector de los ejércitos rusos. Y nuestro mariscal Žukov, que entró en Berlín al frente del Ejército soviético, también se llamaba Jorge”. El patriarca concluyó su discurso observando que "a nuestras espaldas tenemos una gran historia, grandes prodigios y coincidencias asombrosas, y sólo un ciego podría no ver en todo esto un verdadero sistema, en el cual sin duda el principio espiritual se ha manifestado en los acontecimientos de nuestra historia".
Para evitar esta "ceguera", o tal vez una de tipo político, el 6 de mayo un grupo de diputados de Rusia Unida junto con el senador Alexei Puskov presentaron a la Duma un proyecto de ley que prohíbe negar el "papel decisivo" de la URSS en la victoria sobre la Alemania nazi. Una ley que ya existe y tiene el nombre: “Sobre el reconocimiento perenne de la Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patriótica de los años 1941-1945”. En ella se insertará un nuevo artículo que prohíbe expresamente "comparar públicamente los objetivos, decisiones y acciones de la dirigencia de la URSS y sus fuerzas armadas, con los objetivos, decisiones y acciones de la Alemania nazi y los países del Eje".
También está "prohibido negar el papel decisivo del pueblo soviético en la derrota de la Alemania nazi y la misión humanitaria de la Unión Soviética en la liberación de los países de Europa". Estas comparaciones y negaciones se repetirían continuamente en diversas publicaciones nacionales y en el exterior, y los impulsores de la propuesta explican que "nuestra posición de principio es oponer un blindaje legislativo [zaslon - término militar] a las flagrantes ofensas contra nuestros abuelos y bisabuelos y a especulaciones mezquinas sobre nuestra Victoria, y no permitir que se acumule capital político a expensas de nuestros antepasados, preservando en esto un espacio para las investigaciones históricas y las discusiones científicas, incluyendo las discusiones sobre determinadas acciones y comportamientos de personas individuales". La prohibición se extiende a las ofensas contra los veteranos de guerra (medida ya impuesta a Alexei Navalnyj) y a la negación de las conclusiones del juicio de Nuremberg, y se aplicará a los discursos públicas, las obras dedicadas al tema, los medios de comunicación y todas las plataformas de Internet. Quienes no la respeten deberán hacer frente a fuertes sanciones, una multa de hasta 5 millones de rublos e incluso una condena a trabajos forzados de hasta 5 años.
Los discursos de los diputados a favor de medidas cada vez más rigurosas para defender la "gloria soviética" se repiten desde hace un par de años con el apoyo explícito del presidente Vladimir Putin, quien siempre ha recomendado actuar "con energía" en estos temas. Además, Putin ha repetido en varias oportunidades en sus discursos que no es admisible deformar la memoria histórica sobre los años de la guerra y el papel de la URSS, verdadero bastión ideológico de su propia acción política. Su objetivo es mostrar la continuidad de la Rusia actual con la soviética y con todas las demás versiones del pasado. En particular, Putin condenó en términos furibundos, como una "idiotez colosal", la asociación de Stalin con Hitler en el curso de la guerra mundial.
Como ejemplo de "juicio histórico ofensivo" la diputada Elena Yampolskaja, una de las promotoras de la ley, citó una frase de un libro reciente, sin nombrar al autor, según la cual "los polacos han sufrido varias desgracias: violencia y asesinatos, primero a manos de los nazis y después de los soldados soviéticos”. La frase pertenece al irreverente libro del bloguero estadounidense Mark Manson, titulado The Subtle Art of Doing Whatever the **** You Want (El sutil arte de hacer lo que quieras), publicado en 2016 y difundido en todo el mundo, Rusia incluida, como un "manual de autosatisfacción". En realidad no parece una obra histórica digna de crítica y revisión, y los diputados no han aportado ningún ejemplo de nivel académico, ni a favor ni en contra, sobre el período "sagrado" que se proponen defender.
Uno de los más eminentes historiadores rusos, Oleg Budnitskij, comentó las medidas propuestas diciendo que “de esta manera las controversias científicas se equiparan con los delitos penales. Más allá de la evidente condena de los crímenes nazis, los historiadores discrepan en muchos temas relacionados con el período bélico y sus protagonistas”.
Otra historiadora, Tamara Eidelman, también estuvo de acuerdo: "Siempre he dicho que el pacto Molotov-Ribbentrop fue una vergüenza criminal de la diplomacia soviética y así lo seguiré repitiendo". Otros comentaristas autorizados consideran que la fijación del presidente y sus diputados es expresión de un "culto pagano a la Victoria", un concepto fundamental de la ideología de Putin.
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