Moscú concentra tropas en la frontera ucraniana
Desde 2014, continúa un conflicto de "baja intensidad" en la región del Donbass. Las provincias de Donetsk y Lugansk utilizan el rublo ruso además de poseer armas y pasaportes rusos. Ucrania, posible víctima de un juego geopolítico.
Moscú (AsiaNews) - Las divisiones de las fuerzas armadas rusas se desplazan hacia el Donbass, en las frontera con Ucrania. Se trata de la misma zona en la que, desde 2014, se mantiene un conflicto de "baja intensidad" entre Rusia y Ucrania. El movimiento masivo de tropas está generando gran preocupación: las tropas de los Estados Unidos en Europa se encuentran en alerta máxima. En el Kremlin informan que el desplazamiento de los soldados en la frontera ucraniana "no debe preocupar a nadie", pero el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyj, habló por teléfono con Joe Biden y recibió garantías del "apoyo incondicional" de los estadounidenses en la defensa de la soberanía ucraniana.
Uno de los representantes ucranianos del Grupo de Diálogo Trilateral para el Donbass, Sergei Garmash (a la izquierda, en la foto), se refirió a la situación en un diálogo con periodistas de currentime.tv. Junto a él estaba el experto ruso en relaciones internacionales Aleksej Naumov (a la derecha, en la foto). Según Garmash, "en el extranjero están más asustados por esta situación, que nosotros en Ucrania".
En los últimos siete años, Rusia no hizo más que negar su participación en el conflicto, sin explicar por qué las provincias de Donetsk y Lugansk utilizan regularmente el rublo ruso y poseen armas rusas; sus ciudadanos reciben pasaportes rusos; sus representantes exigen la anexión a Rusia. Según Garmash, "si Rusia insiste en que se trata de un conflicto interno ucraniano, no debería oponerse a la intervención del gobierno ucraniano, y debería dejar de introducir armamento y dinero en el Donbass." Las tensiones se acumulan en las fronteras de la zona en disputa. Más allá de todo, en el ámbito interno, Ucrania vive una situación decididamente más tranquila.
El 2 de abril, el Consejo de Seguridad y Defensa se reunió en Kiev, bajo la presidencia de Zelenskyj, pero el tema del Donbass se tocó de pasada, ya que "el ejército ucraniano es capaz de responder a cualquier ataque", como se aseguró en la ocasión. El estado de alerta de las tropas estadounidenses en Europa, además, no va acompañado de medidas similares para el ejército de Kiev. "Uno tiene la impresión", añadió Garmash, "de que nos están utilizando para algún juego geopolítico", especialmente después de las acusaciones de Biden contra Putin, al que calificó de "killer".
Alemania y Francia también han declarado que Rusia debe ser considerada parte del conflicto ucraniano, y no un país mediador, y las recientes maniobras parecen ser una respuesta a estas declaraciones. Rusia sigue su propio libreto: cuando las cosas van mal en el terreno diplomático, reacciona agresivamente en el plano militar. Sin embargo, Garmash cree que se trata más de una provocación que de una amenaza real.
Rusia no parece dispuesta a entablar negociaciones en la mesa del "Cuarteto de Normandía" (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) vinculado a los acuerdos de Minsk de 2015,. Según Naumov, sin embargo, "ahora Rusia no tiene interés en la escalada del conflicto, especialmente cuando se está en la fase final de la construcción del gasoducto Nord Stream-2." La acumulación de material bélico, en definitiva, es una advertencia a Kiev, más que una preparación para una iniciativa de los rusos. A Kiev, en cambio, le interesa el fracaso del oleoducto, como demuestran sus esfuerzos en política exterior en los últimos meses.
Rusia reclama un patrocinio sobre las dimensiones "prorrusas" de la vida social en la zona del Donbass. En primer lugar, en lo referente a la preservación de la lengua rusa, pero también respecto al reconocimiento del "estatus especial" independiente de las dos provincias, un sistema que Moscú aplica a varias zonas bajo su control, como el Transnistria moldavo o la Abjasia y Osetia georgianas. Por ello, Moscú pretende hacer una demostración de fuerza, para dejar en claro que Rusia siempre estará preparada si las hostilidades vuelven a estallar. Después de todo, es difícil creer que Estados Unidos tenga realmente la intención de entrar en guerra con Rusia por las regiones del este de Ucrania. Es más probable que pretenda sentarse en la mesa de negociaciones del grupo "normando", en calidad de quinto invitado.
25/02/2021 12:50
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