Moscú, la noche de Pascua celebrada con pocos fieles y on-line

de Vladimir Rozanskij

Pero no todas las iglesias de Rusia estuvieron vacías: en la Lavra de la SS. Trinidad de S. Sergio a 70 Km de Moscú, había un número consistente de fieles. Entre los más de 300 obispos (para 200 diócesis y cerca de 800 monasterios) de la Iglesia rusa las posiciones sin embargo fueron variadas. Nacieron comunidades de “oración virtual” independientes de la jerarquía eclesiástica.

Moscú (AsiaNews) - La solemnidad de Pascua – que los ortodoxos celebraron ayer- transcurrió en Rusia en la tormenta del crecimiento del coronavirus; sólo en la vigilia de la fiesta los nuevos casos han superado los 6 mil, con más de 50 decesos. Las liturgias de la Vigilia Pascual, en la mayor parte de las iglesias, se desarrollaron a puertas cerradas, con sólo los celebrantes y algunos ministros y poquísimos fieles. El patriarca de Moscú Cirilo (Gundjaev) dejó temporalmente su aislamiento en su residencia de Peredelkino para celebrar la liturgia nocturna en la iglesia del SS. Salvador al lado del Kremlin (Foto 1), en directa televisiva, pero sin la presencia del presidente Putin y de los otros dirigentes estatales, normalmente colocados junto al altar.

Junto al patriarca, seleccionados y verificados a través de metal-detector, había algunas decenas de personas, entre los sacerdotes, monje y miembros del servicio de seguridad. El mismo Cirilo subrayó el impresionante silencio que reinaba en la iglesia, donde “normalmente se escucha un zumbido de la multitud que espera el inicio de la celebración”. Hasta el solemne cortejo de la bendición del fuego y la procesión inicial con las velas se desarrolló dentro de la iglesia y no alrededor de ella como se realiza normalmente, entre la orilla del río Moscova y los muros de Kremlin.

Pero no todas las iglesias de Rusia permanecieron vacías. En el principal monasterio ruso, la Lavra de la SS. Trinidad de S. Sergio a unos 70 Km de Moscú, la transmisión en Instagram se notó la presencia de un número consistente de fieles. No existía de hecho una ordenanza absoluta sobre la clausura de las iglesias durante la noche de Pascua, ni de parte del patriarcado ni de parte del gobierno. Las medidas de la cuarentena que poco a poco se reforzaron en los últimos días, se concentraron sobre las salidas y los parrilladas de primavera, cerrando un ojo sobre las actividades en las iglesias.

En todo caso, desde el 13 de abril en Moscú rige el decreto del director del servicio sanitario ciudadano, la doctora Elena Andreeva, que intima “interrumpir temporalmente la visita de la población a los territorios confiados a la jurisdicción del patriarcado de Moscú en la ciudad de Moscú”, dejando a los solos “servidores del culto” en permiso de entrar a la iglesias y monasterios, también “para garantizar las transmisiones on-line de las celebraciones”. Alrededor de muchas iglesias, de hecho, se colocaron servicios de vigilancia de las fuerzas de policía.

El párroco de la iglesia de los Santos Cosme y Damián, Alejandro Borisov, uno de los más conocidos discípulos del p. Alejandro Men’, del “padre espiritual del disenso”, cerró la parroquia en el centro de Moscú, para transmitir todo on-line. “Es obvio que en tiempos de epidemia es necesario protegerse y no tentar al Señor, pero no todos lo entienden”, declaró el p. Alejandro, agregando que sus parroquianos no protestaron por la clausura “porque confían en su patriarca”. El p. Borisov además aseguró que “no faltan ciertamente espectadores para las liturgias on-line”.

Entre los 300 obispos (para 200 diócesis y cerca de 800 monasterios) de la Iglesia rusa las posiciones sin embargo fueron variadas. El más organizado apareció el metropolitano de Pskov, Tikhon (Ševkunov), muy cercano al presidente Putin, que hizo controlar la clausura de todas las iglesias y la transmisión de todas las celebraciones. El obispo de Kamensk Mefodij (Kondratev) en cambio se lamentó de la escasa afluencia de fieles, en las iglesias que estaban abiertas en toda la diócesis. A menudo la clausura de la iglesias se debieron ocupar los gobernadores y los inspectores sanitarios, también contra el parecer de los obispos locales.

El ex vocero del patriarcado, Sergio Chaplin, notó que “la posición de nuestra Iglesia es más bien contradictoria, a diferencia de las Iglesias de otros países, que apoyaron las decisiones de sus gobiernos. Aquí ya sea el presidente Putin como el patriarca Cirilo se retiraron, evitando tomarse las responsabilidades impopulares”. Muchos fieles han tratado de organizarse solos, creando comunidades de “oración virtuales” independientes de la jerarquía eclesiástica, esto que podría permanecer como un fenómeno significativo también en la Rusia post.cuarentena.