Moreh, el nuevo epicentro de la violencia en Manipur

de Nirmala Carvalho

Desde hace semanas la ciudad ubicada en la frontera con Myanmar se encuentra sacudida por ataques y represalias entre meitei y kuki. Siete personas murieron en las últimas horas. Las religiosas de la Madre Teresa también se vieron obligadas a abandonar su casa en medio de enfrentamientos entre milicianos y fuerzas de seguridad indias.

Delhi (AsiaNews) - En los graves enfrentamientos étnicos que se verifican desde hace nueve meses en el Estado nororiental de Manipur, hay una localidad que en las últimas semanas se ha convertido en el frente más candente, Moreh, una ciudad de 30 mil habitantes ubicada en la frontera con el Estado de Sagaing, en Myanmar. Precisamente en esta gran encrucijada donde viven personas de diferentes religiones procedentes de casi todos los Estados indios -pero también chinos, birmanos y nepaleses- los enfrentamientos han vuelto a ser muy intensos desde que comenzó el nuevo año.

Sólo en los últimos dos días hubo al menos 7 muertos, entre ellos dos miembros de las fuerzas de seguridad indias. El 17 de enero incendiaron dos escuelas cristianas -la Academia Bethsaida y la Academia Dr. Colvin- y algunas casas pertenecientes a las comunidades kuki-zo, provocando la muerte de dos personas y algunos heridos. La noche siguiente se produjeron ataques contra los meitei, que fueron tiroteados por milicias provenientes del otro lado de la frontera. En este segundo episodio murieron cinco personas.

De poco ha servido el toque de queda total que las autoridades locales habían decretado del 12 al 16 de enero debido a los informes sobre "probable alteración de la paz, perturbación de la tranquilidad pública y grave peligro para las vidas humanas y bienes dentro de la jurisdicción de Tengnoupal". Y para confirmar hasta qué punto se está volviendo peligrosa la situación para todos en Moreh, la agencia Ucan publicó la noticia de que el convento de las Misioneras de la Caridad también quedó en medio de un campo de batalla entre las milicias rebeldes y las fuerzas de seguridad indias. “Me informaron que hubo un enfrentamiento con armas de fuego y que las paredes de la casa de las religiosas de Madre Teresa fueron alcanzadas por algunas balas - confirma a AsiaNews un sacerdote local -. Por eso las hermanas se vieron obligadas a marcharse e incluso murieron uno o dos católicos".

Desde que estalló el conflicto en Manipur han perdido la vida al menos 200 personas y casi 67.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares para refugiarse en otra parte. El gobierno de Modi ha sido acusado de haber descuidado gravemente esta tragedia. Lo afirmó una vez más hace pocos días el líder de la oposición, Rahul Gandhi, quien decidió comenzar su nueva "larga marcha" a través de todo el país en este Estado herido de la India.

Cabe añadir que el conflicto birmano que sigue arreciando en la vecina Sagaing podría convertirse también en un elemento más de inestabilidad para Moreh. Precisamente la zona de la vecina localidad de Khampat, controlada por las milicias rebeldes que pertenecen a las mismas etnias que los kuki-zo, fue objeto en los últimos días de un intenso bombardeo por parte del ejército birmano, que dejó un saldo de al menos 17 muertos .

En este contexto tan doloroso, es más actual que nunca el llamamiento que hizo en Navidad el nuevo arzobispo de Imphal, mons. Linus Neli, para trabajar por una "auténtica reconciliación", que aúne "la paz y la armonía con la justicia". “Dios nos salvará de los conflictos étnicos y de la violencia - oró el prelado - que destruyen vidas y matan el futuro”.

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