Monseñor Marcuzzo: dolor y disgusto por el ataque vandálico en la iglesia de la Transfiguración
En la noche entre el 23 y 24 de octubre personas desconocidas irrumpieron en el lugar santo en el monte Tabor. Algunos íconos fueron dañados, fue llevada una imagen de la Virgen y fueron profanadas las hostias y robadas las ofrendas. Tal vez haya sido obra de delincuentes comunes. Mons. Marcuzzo: el episodio es "grave", lo cual demuestra la "falta del sentido de lo sagrado". Pronto habrá un acto de "reparación" con toda la comunidad.
Jerusalén (AsiaNews) - Un incidente "grave" que muestra "la falta de sentido de lo sagrado, de lo divino", que por el contrario, es algo que habitualmente está "muy presente en esta tierra", y no sólo entre los cristianos, sino también entre los judíos y los musulmanes. Esto es lo que dice Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, vicario patriarcal de Jerusalén, al comentar la profanación de la basílica del Monte Tabor, "que tuvo lugar en la noche del 23 al 24 de octubre", pero que recién salió a la luz en las últimas horas. "Acabo de terminar una visita in situ, - añade el prelado - y fue realmente una fuente de dolor y pena asistir a esos estragos".
De acuerdo con la denuncia presentada ante la policía, que abrió una investigación sobre el caso, la Basílica de la Transfiguración del monte Tabor fue atacada por unos asaltantes desconocidos, tal vez delincuentes comunes. Los vándalos cubrieron las cámars de vigilancia e irrumpieron en el lugar, llevándose los cálices de las misas, dañando los íconos y robando una caja de que contenía las ofrendas dejadas en los últimos días por los fieles y peregrinos (en las fotos).
"Los agresores - dijo Mons. Marcuzzo - también se llevaron una estatua de bronce de la Virgen, que estaba colocada sobre el tabernáculo. Pero al ser muy pesada, la dejaron casi inmediatamente. Algunos voluntarios la encontraron abandonada en el jardín, y la volvieron a colocar en su sitio original". Han atacado la capilla de la izquierda, cerca del altar mayor, añade el prelado y "encendieron fuego, porque también hay restos de carbón y marcas de quemaduras". "Se llevaron los cálices - continúa el prelado - pensando que eran valiosos. E incluso la caja con las ofrenas, que contenía una pequeña suma de dinero, aunque no podemos decir a cuánto ascendía ésta exactamente".
Por el momento, la hipótesis más probable es que se haya tratado de un gesto aislado de criminalidad común, que no tendría vínculo alguno con la violencia y los ataques de índole confesional ocurridos en el pasado. La referencia es a los ataques perpetrados por extremistas judíos y colonos, que en los últimos años han asestado golpes a distintos objetivos, entre los cuales figuran la iglesia cerca del Cenáculo, la basílica de Nazaret y otros lugares de culto católicos y ortodoxos griegos.
También las mezquitas y los lugares de culto musulmanes están en la mira –de acuerdo a la lógica del “price tag”. Este “precio a pagar” es un lema utilizado por los extremistas israelíes, que amenazan a los cristianos y a los musulmanes por haberles “sustraído su tierra”. En otro tiempo el fenómeno se había difundido sólo en las zonas que limitan con Cisjordania y en Jerusalén, pero hoy se ha extendido a gran parte del territorio.
“Si bien el episodio se produjo al concluirse los festejos por el Sukkot –explica el vicario de Jerusalén- no creo que haya elementos de matriz confesional. Parece más probable que se trate de un caso de delincuencia común, sobre el cual por el momento hay sólo sospechas, pero nada más que eso”.
Los vándalos arrojaron al suelo varias hostias consagradas, usadas durante la comunión; no se encontraron leyendas ofensivas ni dibujos en los muros, como suele ocurrir en los casos de “Price tag”.
“Ya hemos llevado a cabo una pequeña oración de reparación, con un nuevo acto de consagración” concluye el prelado, que anuncia “un acto oficial de reparación que se llevará a cabo en las próximas semanas. Un gesto que confirma nuestro amor por el lugar, nuestro sentido de lo sagrado y la devoción a la Virgen. Serán invitados todos aquellos que tienen un nexo con este lugar, incluyendo, obviamente, a los musulmanes”.
La basílica de la Transfiguración se levanta sobre la cima del monte Tabor, en Galilea, en el norte de Israel, en el lugar en el cual, según la tradición, quiso darse el episodio de la Transfiguración de Jesús, que es narrada por los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. El edificio está ubicado frente a una gran plaza que es el punto de llegada del camino que asciende hasta la cima, a 600 metros de altura. El sitio fue identificado por los cristianos en el año 1631, gracias a la obra del Custodio de entonces, y durante siglos ha sido confiado al cuidado de los frailes franciscanos de Tierra Santa.
21/09/2017 14:49
24/06/2016 13:32