Mons. Pizzaballa: Jerusalén, 'decisiones unilaterales non traerán la paz, en cambio la alejarán'
Se realizó ayer la conferencia de prensa de Navidad para hacer un balance de la vida de la Iglesia en el año pasado. El acercamiento de las Iglesias cristianas y los peregrinos que duplicaron. El pedido a los fieles: vengan sin temor, no hay peligros. Jerusalén, la política concreta es la “gran ausente”. La sed de justicia y derechos para vivir lo cotidiano, a través del cual pasa la alegría “encarnada” anunciada por la Navidad.
Jerusalén (AsiaNews)- “Nosotros creemos que cada decisión unilateral no pueda ser considera como una solución. Decisiones unilaterales no traerán la paz, en cambio la alejarán”. Mons. Pizzaballa, administrador apostólico del patriarcado latino en Jerusalén, vuelve a hablar de la Ciudad Santa durante la tradicional conferencia de prensa de Navidad para el resumen de la vida eclesial en el año apenas pasado, que se realizó ayer en Jerusalén
Mons. Pizzaballa inició la conferencia sobre los aspectos eclesiales de la vida del Patriarcado, deteniéndose sobre las renovadas relaciones entre las confesiones cristianas, marcadas “por la inauguración del restaurado Edículo del Santo Sepulcro”, un “evento que hace algunos años habría parecido imposible realizar y que ha marcado un punto de no retorno en nuestras relaciones internas”. Él anunció que en el curso de 2017 los peregrinos casi duplicaron e invitó a los peregrinos a visitar “Tierra Santa y Jordania sin temor, porque no hay ningún peligro”.
El administrador apostólico luego se refirió sobre la cuestión de Jerusalén, declarada el pasado 6 de diciembre por el presidente de EEUU, Donald Trump que la declaró capital de Israel. Él reafirmó la posición de la Iglesia católica como lo expresa el Papa: “Respetar el “status quo” de la ciudad”. Jerusalén es un tesoro de la entera humanidad. Cada reivindicación exclusiva-ya sea política o religiosa- es contraria a la lógica propia de la ciudad”, afirmó Mons. Pizzaballa. “Auspiciamos que la violencia de estos días cese completamente y que se pueda continuar discutiendo legítimamente sobre Jerusalén en ámbito no sólo político, sino también religioso y cultural”.
El prelado se dirigió luego duramente contra la política, “gran ausente de este momento”. “Esto es fuente de frustración y desorientación”, comentó. “Necesitamos de política, no la del salón, sino aquella que sabe traducir en elecciones concretas sobre el territorio las esperas de los respectivos pueblos”. Mons. Pizzaballa continuó: “Nuestras poblaciones están cansadas de violencia, que no ha traído ningún resultado”.
En cambio están sedientas de justicia, de derechos, de verdad. Parecen afirmaciones genéricas y retóricas, pero aquí en nuestro contexto, tiene características concretas y precisas en la vida cotidiana, en los desplazamientos y en la vida cotidiana de todas las familias cristianas”.
“Las cosas simples de la vida” son aquellas por donde pasa la alegría “encarnada” anunciada por la Navidad, Dios que “entra en la historia del hombre”. Un anuncio de salvación, o sea “de la posibilidad de reconocer siempre” y que “todo sea transformado: la oscuridad en luz, el mal en bien, el dolor en alegría, el egoísmo en amor, la muerte en vida”. “Las dificultades de estos días, las dificultades de siempre, la sed de justicia, el hambre de dignidad, por lo tanto-concluyó el prelado-no nos impiden reiniciar, no apagan nuestra alegría, ni nuestra determinación en colaborar para mejorar nuestro mundo, a trabajar en defensa de la vida, aquella simple de nuestros fieles, de nuestras familias y de nuestras comunidades religiosas”.
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