Mons. Marcuzzo: La seguridad es un pretexto del ejército israelí para ocupar tierras

El patriarcado latino protesta contra las expropiaciones de las tierras en el Valle del Jordán septentrional. Desde hace 40 años es usado como campo de adiestramiento; a nada sirvieron los actos de impugnación en tribunales. El Vicario de Jerusalén: Corren voces de enfermedades y muertes entre los civiles, también de niños, causadas por las armas usadas en las ejercitaciones.

Jerusalén (AsiaNews)- Los militares israelíes, con el pretexto “de la seguridad y del interés nacional”, obran con un especie de “impunidad” contra la cual no se puede “hacer nada”, ni siquiera recurrir al tribunal. Es cuanto afirma a AsiaNews, Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, vicario patriarcal de Jerusalén, comentando la decisión de la dirigencia del ejército con la estrella de david de persistir en la ocupación de los terrenos de la Iglesia en el Jordán septentrional.

Ayer el patriarcado latino de Jerusalén protestó en vía oficial la decisión de las autoridades militar de continuar la ocupación, después de haber recibido el día anterior una comunicación oficial del ejército. En juego están miles de metros cuadrados de terrenos usados como campo de adiestramiento. Hasta ahora de nada valieron los actos de impugnación en el tribunal.

Los terrenos ocupados surgen cerca de los pueblos palestinos de Tayasir y Bardala, en la zona norte del Valle de Jordán. Dentro del campo se pueden encontrar hoy construcciones con ladrillos usadas por los militares, que ocupan el área desde hace decenios. Para las asociaciones y Ong palestinas, cristianas y musulmanas se trata de una apropiación ilegal y viola el derecho internacional, además que una amenaza para decenas de familias de la zona, que arriesgan la deportación con el pretexto de la seguridad.

Para el vicario patriarcal de Jerusalén los terreno fueron ocupados “sin ningún acuerdo o contrato de alquiler oficial”. Los militares israelíes, agrega, “ocupan los terrenos desde 1975, se apropiaron y los explotan sin algún acto de venta o un contrato de locación, renovando la utilización sin pagar nada”.

“Nosotros, como Iglesia-explica Mons. Marcuzzo- queremos que se vayan, pero ellos se quedan allí sin importarles nuestras protestas. Usan los terrenos para ejercitaciones militares y esto provoca un ulterior fastidio. En la zona hay pueblos y familias, se habla de muchos decesos a causa de las explosiones y de los polvos que están contenidos dentro de los artefactos y provocados por el uso de las armas en las ejercitaciones. también se habla de la dispersión de agentes químicos y de muertes repentinas entre la población del área, también niños”.

“Continuamos con nuestra protesta-asegura el prelado- si bien tenemos las manos atadas y no podemos hacer nada. Lo hemos probado en el pasado, pero desde hace 40 años todo está bloqueado. El mismo tribunal no puede decidir en mérito a esta controversia, porque los militares usan el pretexto de la seguridad nacional y de los intereses internos que superan cualquier cuestión”. “Estamos frente a una evidente violación de los derechos de las personas-concluye-y este es el hecho más grave”.