Mons. Ma Daqin, el Vaticano y la “lógica falaz” de la Asociación patriótica

de Gu Feng

Un sacerdote de China central retoma el “cambio de posición” del obispo de Shanghái y lo compara con Juan el Bautista, confinado a prisión luego de haber acusado a Herodes. La “lógica falaz” de la Asociación patriótica y del gobierno está orientada a eliminar la religión en el país. El Vaticano corre el riesgo de contradecirse si llega a asumir compromisos con la Asociación patriótica, siendo que el Papa Benedicto XVI definió a ésta como “incompatible” con la doctrina católica en la “Carta a los católicos de China”, la cual el Papa Francisco no sólo no desmintió, sino que la ratificó.

Beijing (AsiaNews)- El testimonio de Juan el Bautista al mundo comenzó a darse incluso antes de su nacimiento. El arcángel Gabriel le había dado el nombre y había profetizado el tipo de vida que llevaría y las cosas que haría.

Intencionalmente, la Biblia evita brindar datos sobre la vida de Juan, hasta el momento en que él se dirige al desierto. Juan está estrechamente ligado a Dios y a Jesús. Cuando aún estaba en el seno de su madre, salta de alegría en el encuentro con Jesús. Juan creció con un espíritu fuerte en el desierto, hasta que el Mesías inició su predicación. Cuando Juan vio a Jesús que se acercaba para recibir el bautismo, él, humildemente, lo señaló y proclamó: “¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! He aquí aquel del cual yo dije: “Después de mí viene uno que existía antes que yo. Yo bautizo con agua, pero entre vosotros hay uno que vosotros no conocéis, uno que viene después de mí, al cual yo no soy digno de desatar sus sandalias”.

Ha de ser dicho que Juan era una persona sumamente crítica, directa y frontal en relación a Herodes y a los judíos. Era capaz de dar el clavo en el lugar justo, generando oposiciones.

Juan era un hombre de Dios, Él bautizaba para que la gente se arrepintiera. Además, él habló contra el pecado, incluso sabiendo que podría ser encarcelado. Él dijo la verdad, dando testimonio de la luz, para iluminar la oscuridad del corazón del hombre.

Monseñor Ma Daqin “en el desierto”

En los últimos seis meses, Mons. Tadeo Ma Daqin escribió cinco artículos. Si bien los primeros cuatro de algún modo fueron una preparación para el quinto, fue recién la publicación del quinto artículo lo que creó un fuerte shock en el mundo chino, en la Iglesia en China y en la Iglesia universal.

La Asociación patriótica es una organización gubernamental de base, y no debiera haberse convertido en un problema para la Iglesia católica. ¿Por qué ésta se convirtió en un problema inevitable? ¡Quizás porque, tal como sucedió en el pasado, generó un dilema en las Iglesias locales!

En su consagración como obispo, el 7 de julio de 2012, Mons. Tadeo Ma Daqin dejó la Asociación patriótica voluntariamente, haciendo que a todos los que apoyaban la libertad religiosa (según China) se les cayera la cara (de vergüenza). Como consecuencia, Mons. Ma Daqin fue aislado e imposibilitado de trasladarse, y fue obligado a vivir en el seminario de Sheshan durante cuatro años, como en un desierto. Por haber dejado la Asociación patriótica, pagó un precio muy alto. Esto demuestra que, de hecho, la Asociación patriótica, “controlada por el gobierno” y definida como “una organización autónoma de servicio” establecida en la Iglesia, en realidad interfiere con la política de libertad religiosa que está inscripta en la Constitución china.

Todo esto es realmente una paradoja: en la práctica, se afirma la necesidad de la presencia de la Asociación patriótica. Por una parte, si uno se atiene a sus principios, ésta sería una organización espontánea formada por fieles católicos: de tal modo se demuestra (a todos) que (en China) existe la libertad religiosa sin ninguna interferencia externa. Si hay algunos problemas (contradicciones) éstos debieran ser sólo internos. Ante la necesidad de resolver dichas contradicciones, se requiere de algo que garantice la justicia. De esa manera, el Departamento de Asuntos Religiosos, que es manejado por el gobierno, puede intervenir desde el punto de vista legal, y su rol es incluso justificado. Esto significa que el mismo tiene el poder de resolver por su cuenta todos los conflictos que surgen dentro de la Iglesia. Con este modo de obrar, no se contradice la Constitución china, no se limita la libertad religiosa y se puede llegar incluso a eliminar la religión (lo cual es el sueño del gobierno).

Asociación Patriótica, “Lógica del engaño”

El pueblo chino comprende con facilidad este tipo de “lógica” mejor que cualquiera que no es chino. “Lógica” es una palabra que fue introducida desde el extranjero y que está conectada con la verdad y la justicia. Pero el pueblo chino es capaz de producir “oscuridad”, “sofismas” y engaños que se desarrollan en una teoría que se convierte en “lógica”, aunque estos principios no concuerden con la definición de lógica. Todo esto no es para nada lógico, pero no obstante ello, ellos simulan que esto es lógica. ¿Cómo hacerlo? Ellos han inventado una “falacia lógica”. Como resultado, ellos usan “la lógica del engaño”, sabiendo bien que los embusteros no estiman en nada la lógica.

En sus cinco artículos, Mons. Tadeo Ma Daqin parece justificar esta “lógica del engaño”. Desde sus inicios, la existencia de la Asociación patriótica en la Iglesia ha sido un desastre y ahora, a causa de estas “características chinas” [la misma] se ha vuelto inevitable y justa…

Mons. Ma Daqin sabía que abandonar la Asociación patriótica era un valor. Entonces, ¿por qué ahora se esfuerza tanto en volver sus pasos sobre aquello que negó?

En su Carta pastoral a la Iglesia de China, el Papa Benedicto XVI afirmó con claridad que la Asociación Patriótica no es compatible con la enseñanza de la Iglesia. Acto seguido, Mons. Ma Daqin anunció públicamente su renuncia a dicha asociación. Aún hoy, no es difícil darse cuenta de que dicha acción, inspirada por la Carta pastoral [de Benedicto XVI] es un modelo de testimonio de fe para la Iglesia china. Pero entonces, ¿por qué ha cambiado de idea?

El vocero vaticano [P. Federico Lombardi, director de la sala de prensa de la Santa Sede –ndr] ya ha aclarado que el “cambio de posición” de Mons. Tadeo Ma Daqin no fue inspirado por la Santa Sede, y que las acusaciones y los rumores según los cuales el cambio de Mons. Ma ha de ser atribuido a la influencia del Vaticano son absolutamente falsas. De tal manera, Mons. Ma Daqin es dejado solo, en un rincón.

Si bien el Vaticano ha dicho que no ha tenido nada que ver con el cambio de posición de Ma, tampoco es que ha seguido proclamando la importante decisión del actual Papa emérito Benedicto XVI en relación a la Asociación Patriótica, de la cual dice que no es compatible con la doctrina [católica]. Por otro lado, (La Santa Sede) tampoco ha retomado la definición fundamental dada por el Papa emérito sobre dicha organización. Incluso más, hay un fuerte incentivo para que progresen las negociaciones entre el Vaticano y China: inevitablemente, todo esto parece haber marginado a Mons. Ma “en el desierto”.

El Vaticano “en el desierto”

Pero con la retractación de Mons. Ma, el Vaticano se encuentra frente a una difícil situación. Al encontrarse con Herodes, Jesús no dijo ni una palabra, porque sabía bien que Herodes era un embustero. Si bien Jesús comía con los pecadores, ¡él no hablaba con los embusteros!

En general, se piensa que lo que confunde a la gente es la “lógica”, ¡y no los engaños! Pero los embusteros son muy astutos; ellos saben que Dios es misericordioso y tiene piedad de los engaños. Por eso, tienen en sus manos el naipe de la Asociación patriótica y se rebajan a comprometerse con la “lógica del enngaño”.

Si el Vaticano salva a los proscriptos y firma un acuerdo, el mismo conducirá, desgraciadamente tan sólo a eso. Si el Vaticano no firma ningún acuerdo, deberá soportar ver a los fieles luchar con la “lógica del engaño” y morirse de hambre para recibir un poco de atención. Si todos estos esfuerzos no conducen a ningún progreso, esto llevará a una situación más embarazosa aún.

Así, de momento, la situación del Vaticano es la misma que la de Mons. Ma Daqin. El obispo ha publicado en su blog un escrito que trata sobre “el recién nacido está sufriendo”.

“El pueblo que vivía en sombras de muerte ha visto un rayo de luz”: es la luz de los sobrevivientes que han atravesado el valle de la muerte, la luz de la verdad, la luz testimoniada por Juan el Bautista en el desierto.

Hoy, frente al cambio de posición de Mons. Tadeo Ma Daqin, no podemos hacer otra cosa que preguntarnos, desde lo más profundo del corazón: ¿esto sucede porque la luz está escondida? ¿O bien porque la luz –a su manera- está engullendo la oscuridad?