Mons. Kondrusiewicz: El mundo necesita sabios y santos, no revolucionarios

de Vladimir Rozanskij

El arzobispo emérito de Minsk celebró la fiesta de San Casimiro en una iglesia que fue destruida durante la época soviética y reconstruida el año pasado.

Moscú (AsiaNews) - El mundo necesita "personas sabias y santas", no "reformistas" ni "revolucionarios". Así se expresó Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, al celebrar el 7 de marzo la misa de consagración de la nueva iglesia de San Casimiro en Stolbtsy, en la provincia de Minsk.

Se trata de uno de los primeros gestos públicos del arzobispo emérito de Minsk, que pasó varios meses en el exilio para luego retirarse el pasado 3 de enero, tras difíciles negociaciones con las autoridades bielorrusas. Citando a la teóloga francesa Marie-Dominique Chenu, el prelado subrayó que "lo más importante en la vida del hombre es la sabiduría".

En su homilía, que los medios de comunicación bielorrusos reprodujeron en su totalidad, Kondrusiewicz explicó que la sabiduría se manifiesta "en la capacidad de organizar adecuadamente la vida del hombre y de la sociedad, y también en la capacidad de tomar las decisiones necesarias para ello, sabiendo evaluar objetivamente las situaciones". Por ello, el arzobispo propuso a los fieles "mirar a través del prisma de la ley divina, para entender quiénes somos realmente, si somos cristianos auténticos o artificiales".

Según el obispo emérito, "vivimos en un tiempo en el que las cosas naturales, los productos manufacturados e incluso los alimentos, son sustituidos por los artificiales, porque son más baratos, pero los valores morales no pueden variar dependiendo de los vaivenes del mercado, no pueden ser devaluados. El Evangelio se nos ha dado no para que lo cambiemos, sino para que nos cambie, según las exigencias de la ley moral".

Al recordar los dramáticos acontecimientos vividos en los últimos meses, Kondrusiewicz dijo que "la vida humana es una lucha continua, en la que debemos vencer el mal con el bien. En cualquier época de la historia de la humanidad, lo que se necesita no son tanto reformistas o revolucionarios, sino hombres sabios y santos. Que el buen Dios nos colme de la gracia de parecernos en esto a nuestro celestial patrón San Casimiro, para que construyamos una civilización de vida y amor, y podamos compartir con él la eterna alegría del cielo."

La iglesia de San Casimiro fue reconstruida en 2020, restaurando lo que quedaba de la antigua iglesia, que había quedado en ruinas durante los años soviéticos y junto a la cual se había levantado una nueva iglesia. El pasado 9 de octubre, mientras Kondrusiewicz estaba exiliado en Polonia, su vicario, monseñor Jurij Kosobutskij, bendijo la colocación de la aguja de la iglesia, en el típico estilo pseudogótico de muchas iglesias católicas de Bielorrusia y Rusia, construidas a finales del siglo XIX, tras la deportación de muchos polacos a los territorios del imperio zarista.

Kosobutsky se ocupó de la arquidiócesis de Minsk durante los cuatro meses de exilio del obispo metropolitano, actualmente sustituido por el administrador apostólico, monseñor Kazimierz Wielikoselec. La reconstrucción de las iglesias destruidas por el régimen ateo siempre ha sido una preocupación prioritaria de Kondrusiewicz, primero en Rusia y luego en Bielorrusia. En los últimos años también hizo grandes esfuerzos en favor del renacimiento no sólo de los edificios, sino de todas las estructuras eclesiásticas y educativas, y de las iniciativas de los católicos en los distintos ámbitos de la sociedad.