Mons. Kondrusiewicz reza delante de la prisión de Minsk. Navalny, en coma, sería trasladado a Alemania
La Gran Rusia y la Rusia blanca parecen encaminarse hacia el mismo fin: el rechazo de los “líderes eternos” Putin y Lukašenko. Al arzobispo de Mink le prohibieron el ingreso a las prisiones: él quería ir y confortar a los arrestados en esta semana. El prelado pidió la liberación de todos los detenidos. Navalny fue envenenado con un té en el aeropuerto de Tomsk (Siberia). El movimiento democrático ruso apoya las manifestaciones de Minsk.
Moscú (AsiaNews) - El presidente de la Conferencia de los obispos católicos de Bielorrusia, el metropolitano de Minsk-Mogilev, Tadeusz Kondrusiewicz, rezó delante de los muros de la prisión especial de Minsk, símbolo de la protesta de los ciudadanos pacíficos, que rechazan contra las fraudulentas elecciones del 9 de agosto pasado.
Hace dos días, al obispo le prohibieron ingresar al centro de detención y aislamiento. El prelado deseaba visitar a los detenidos en las manifestaciones de protesta de los últimos días.
Para rezar junto a Mons. Kondrusiewicz, en el lugar llamado del “sufrimiento y la pasión”, se reunieron los colaboradores de Caritas local, los miembros de la asociación “Misión humanitaria del Buen Samaritano” y otros voluntarios. Los comunicados de la curia de Minsk subrayan que los católicos “con todas sus fuerzas han tratado de apoyar a las personas que terminaron en situaciones tan difíciles”. “A las 15.00 en punto - prosiguen -. la hora de la Divina Misericordia, los presentes rezaron junto al arzobispo una oración especial a la Corona de la Misericordia. En la calle, bajo la lluvia, el obispo estuvo de pie frente a las puertas de la prisión y rezó junto a un grupo de fieles, que congregaba laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas y también miembros de la asociación Madres en oración”. Después de la oración, el arzobispo se quedó por más de una hora hablando con las personas presentes, entre las cuales había algunos recientemente liberados de la cárcel. Los presentes agradecieron al prelado “por la posición de principio en el rechazo de la violencia”.
El día anterior, el 18 de Agosto, Mons. Kondrusiewicz había rezado delante de la prisión de aislamiento N° 1 en la calle Volodarskaja. Ese mismo día se dirigió al ministro del Interior Jurij Karaev, para pedirle que “permitiera a los sacerdotes visitar a las personas detenidas después de las elecciones presidenciales, para ofrecerles la ayuda necesaria, sobre todo de tipo espiritual”, pidiendo al mismo tiempo la liberación de todos los arrestados en los últimos días. Además, el prelado le pidió al ministro un encuentro personal, para evaluar la situación y prevenir ulteriores hechos de violencia.
Mientras tanto, en Rusia el movimiento de protesta vive una gran ansia por las condiciones de Aleksej Navalny el bloguero que encarna más que nadie la insatisfacción popular por el accionar del gobierno y que en los últimos días apoyó enérgicamente las protestas masivas en Bielorrusia. Luego de beber un té en el aeropuerto de Tomsk, Navalny se sintió mal en el avión y fue internado en Omsk después de un aterrizaje de emergencia. El hombre se encuentra inconsciente, con una pronóstico reservado. Esta mañana un avión alemán dotado de doctores y con equipos médicos, se dirigió a Siberia para trasladar a Navalny a Alemania. Pero esta misma mañana, los doctores que atienden al bloguero anti-Putin, se opusieron a su traslado, porque sus condiciones de salud no son estables.
Navalny había llegado a Novosibirsk hace una semana, el 13 de agosto, porque en septiembre se realizarán las elecciones municipales, como también en la ciudad de Tomsk, dos de los principales centros de Siberia central, en los cuales se presentarán candidatos cercanos al líder de la oposición callejera. Se trata de elecciones muy delicadas, en las cuales los candidatos de Navalny tienen un rol decisivo. Durante el viaje siberiano Navalny también trabajó en una investigación sobre los diputados locales del partido de Putin, “Rusia unida”, acusados de varios casos de corrupción.
Las protestas rusas, sobre todo después del envenenamiento de Navalny tras beber un té en el aeropuerto, se entrelazan cada vez más con las de los bielorrusos, que preparan nuevas huelgas generales con la intención de lograr la dimisión del presidente Lukašenko. La Gran Rusia y la Rusia Blanca parecen encaminarse hacia el mismo fin: el rechazo de los “líderes eternos” Putin y Lukašenko; la suerte de Navalny podría influir sobre los eventos futuros de los dos países.
18/08/2020 10:57
24/09/2020 09:58