Mons. Kikuchi: ‘La marcha por la vida’, una señal contra la cultura del descarte
En Tokio se llevó a cabo la quinta edición de la Marcha por la Vida. Arzobispo: Es algo poco frecuente en las sociedades asiáticas. “Hay un buen número de personas que piensan que el valor de la vida se mide en función de su productividad”.
Tokio (AsiaNews) – Iniciada en el año 2014 por el activista católico japonés Masaaki Ikeda, la “Marcha por la vida” llegó a su quinta edición. El 16 de julio pasado, cerca de 250 personas desfilaron por la ciudad de Tokio. El cortejo partió de la iglesia católica de Tsukiji para llegar a Hibiya Park.
“La marcha estuvo organizada por miembros laicos de algunas parroquias de Tokio, con mi aprobación”, cuenta a AsiaNews Mons. Tarcisio Isao Yama Kikuchi, quien se desempeña como arzobispo de Tokio desde diciembre de 2017. Y prosigue: “La iniciativa de los laicos es muy loable. Las actividades en defensa de la vida no son tan comunes en Japón. La organización de la marcha es importante, porque atrae la atención de las personas sobre este importante tema de la vida humana”.
En lo que respecta al aborto, la opinión pública no ha cambiado en Japón, que sigue siendo uno de los países con la cifra anual más elevada de interrupciones voluntarias del embarazo. Y esto sigue ocurriendo, aún cuando el país está afrontando una crisis demográfica muy grave. Mons. Kikuchi continúa: “El aborto ha sido ampliamente aceptado, como si fuese una parte normal de la vida. Y esto, pese a que hay muchas personas, especialmente mujeres, que sufren por los remordimientos. El sufrimiento es tanto físico como psíquico”. Un sondeo realizado en el año 2005 sacó a la luz está problemática. Una de cada seis mujeres, entre los 16 y los 49 años, declara haber abortado al menos una vez en la vida. Sin embargo, el 56% de las mujeres entrevistadas dijo estar afligido por el niño.
En Japón, además del aborto, sigue habiendo una fuerte mentalidad eugenésica. El arzobispo recuerda el grave episodio ocurrido el año pasado en un hogar para discapacitados ubicado en Sagamihara, donde un ex empleado de 26 años de edad asesinó a 19 personas minusválidas. “El asesino, un joven, afirmó que los discapacitados son personas inútiles y que no tienen derecho a vivir. Mucho más espantoso es el hecho de que un número importante de personas hayan aprobado en Internet esta declaración del asesino. Estos hechos muestran a las claras que un buen número de personas del Japón piensa que podemos medir el valor de la vida humana en base a su productividad”.
Aunque a menudo se vea aislada, la Iglesia Chiesa católica de Asia sigue siendo una voz que afirma siempre el desarrollo humano integral de las personas; una visión del hombre desligada de las lógicas de utilidad y productividad. Mons. Kikuchi concluye: “Para nosotros, las actividades de promoción de la paz, del desarrollo humano y de asistencia a las personas necesitadas no están motivadas por una agenda política, como suelen criticar algunos. Estas actividades se basan en nuestro deseo de promover una cultura de la vida y un desarrollo humano completo. Espero que los activistas pro-vida también asuman este punto de vista integral, y que no ataquen el problema solo, de manera aislada”.
17/12/2016 13:14
29/08/2020 11:22