Mons. Barwa: El Kandhamal Day, en memoria del sufrimiento de los cristianos
Mañana se cumple el noveno aniversario de los pogromos contra los cristianos de Orissa. En Kandhamal, más de 10.000 personas de todos los credos se reunirán para “mostrar la solidaridad y el amor” a las víctimas. El arzobispo: “Queremos la aplicación de la sentencia de la Corte Suprema, que acuerda mayores resarcimientos”.
Cuttack-Bhubaneswar (AsiaNews) – “Mi oración es para que el Kandhamal Day sea recordado como un movimiento del pueblo, y que la lucha, el sufrimiento de nuestro pueblo –el perdido, el último, y el más pequeño- sean para todos una prueba de la fe”. Es el augurio de Mons. John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, en la vigilia de la jornada en la cual se conmemora la masacre perpetrada contra los cristianos de Orissa. Mañana, continúa el arzobispo, “será el noveno aniversario de los hechos de violencia”, llevados adelante por radicales hindúes en agosto de 2008. Para la ocasión, en Kandhamal, el distrito más golpeado por la furia homicida de los nacionalistas, se “congregarán más de 10.000 personas, en una muestra de solidaridad para con las víctimas. Personas de todos los credos se reunirán para [mostrar] su solidaridad y amor”.
El 25 de agosto, la Iglesia india recuerda los feroces pogromos desencadenaos por grupos nacionalistas y militantes hindúes. El 23 de agosto de 2008, un grupo maoísta asesina al líder hindú Laxamananda Saraswati (que guiaba al grupo nacionalista hindú Vishna Hindu Parishad) en su ashram, en el distrito de Kandhamal. A pesar de que los guerrilleros asumieron la responsabilidad del hecho casi de inmediato, los radicales hindúes descargaron la culpa sobre los cristianos, que hacía tiempo eran criticados por el gurú debido a su compromiso social con los tribales y los dalit (fuera de casta) y acusados –junto con los obispos, sacerdotes y monjas- de hacer proselitismo.
En Kandhamal, los extremistas hindúes desencadenaron la persecución más violenta contra la minoría cristiana que se haya registrado jamás en la India. Los pogromos forzaron a la fuga a casi 56.000 fieles y causaron el saqueo e incendio de 5.600 viviendas y 415 pueblos. Según datos del gobierno, los muertos constatados fueron 38; dos, las mujeres violadas; numerosas las personas que sufrieron mutilaciones y daños permanentes. Sin embargo, los números de la Iglesia y de los activistas sociales son otros: casi 300 iglesias destruidas, además de conventos, escuelas, pensiones e institutos de asistencia. Cuando menos 91 víctimas: 39 muertos en el acto, 41 por las heridas sufridas durante los hechos de violencia, 12 en los operativos policiales.
En el encuentro de mañana, Mons. Barwa no estará presente, pero no deja de subrayar que “acompañaré a mi pueblo en la oración y en espíritu. No sólo rezaremos por el sacrificio del pueblo de Kandhamal, sino que apoyaremos el reclamo de las víctimas y de los sobrevivientes, que luchan para obtener justicia”. “Además –continuó el arzobispo- queremos que se aplique la sentencia de la Corte Suprema emitida el 2 de agosto de 2016”. En dicho pronunciamiento, los jueces del tribunal supremo de la India “han ordenado la inmediata reapertura de las causas en las cuales las absoluciones no han sido justificadas por hechos, y han definido como insignificantes los resarcimientos concedidos y se han establecido compensaciones por las viviendas destruidas y para las familias destrozadas por el luto. Los jueces han ordenado mayores montos para saldar los daños y para los heridos a causa de los hechos de violencia”.
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