Mongolia interna, sacerdote subterráneo es expulsado de su parroquia y obligado a trabajar como campesino

de Wang Zhicheng

Funcionarios del Frente unido lo escoltaron hasta su pueblo, obligándolo a abandonar su ministerio. Amenazas y seducción con dinero para que se inscribiese en la Asociación Patriótica. “La Santa Sede también ha asumido compromisos”. La implementación de las nuevas normativas, para destruir a todas las comunidades no-oficiales.

Beijing (AsiaNews)- El Pbro. Ding Zhanmin, sacerdote de la parroquia de Beishaliang (distrito de Baotoukun, arquidiócesis de Hohot, Mongolia Interna), fue obligado a dejar su parroquia y a regresar a Xilin Gol (siempre en Mongolia interna). Su expulsión se realizó el 19 de marzo, escoltado por los funcionarios de la Oficina de asuntos religiosos de Baotou.

Miembros del departamento del Frente Unido -responsables de los asuntos religiosos- hablaron reiteradamente con el padre Ding, alternando amenazas con seducciones. El sacerdote pertenece a la comunidad subterránea, la cual no está registrada en el gobierno. Los funcionarios del Frente Unido querían convencerlo de adherir a la Asociación Patriótica, el organismo de control de la Iglesia, que busca edificar una Iglesia “independiente” (de la Santa Sede), principio que resulta “inconciliable con la doctrina católica”, como se lee en la Carta del Papa Benedicto XVI a los católicos de China.

Tal como ocurrió en otras ocasiones, los funcionarios entusiasmaron al sacerdote prometiéndole premios en dinero y ayudas para su parroquia. A diferencia de la comunidad oficial, los curas subterráneos dependen exclusivamente de la caridad de los fieles, que, en regiones como la de Mongolia Interna, son muy pobres.

Un fiel cuenta: “El padre Ding permaneció fiel a su conciencia y a los principios madurados en la Iglesia no oficial a lo largo de los años. Al final no le qudó otra opción más que perder su parroquia y volver a trabajar como campesino”

La parroquia del p. Ding pasará en estos días a los sacerdotes de la comunidad oficial, inscriptos en la Asociación patriótica, que celebrarán el Triduo pascual.

“Los fieles -narra una fuente- se quedaron desconsolados y confundidos. Creo que la mayor parte de ellos se negará a seguir este nuevo curso impuesto por el gobierno”.

Según testigos cercanos al p. Ding, los funcionarios del Frente unido alentaban al sacerdote a adherir a la AP, subrayando que “la Santa Sede también ha asumido compromisos”.

De hecho, desde que están en curso los llamados diálogos entre China y la Santa Sede, cada vez se difunden más rumores según los cuales la pertenencia a la Ap no comporta ningún problema.

Muchos sacerdotes de la Iglesia subterránea han planteado preguntas ante la Santa Sede, pero no han recibido ninguna respuesta.

De todos modos, la expulsión del p. Ding de su parroquia y la prohibición de ejercer su ministerio son parte de la implementación de las nuevas normas referidas a las actividades religiosas, emitidas el pasado 1° de febrero, que prevén arrestos, multas y expropiaciones para las comunidades no oficiales.

Para el padre Ding, no es ninguna novedad este tipo de agresiones de parte del gobierno: ya había sido arrestado junto a otros 4 sacerdotes en un operativo policial llevado a cabo en enero de 2012.