Misionero Maryknoll: en Bangladés desde hace 43 años sirviendo a los musulmanes
El p. Robert Terence McCahill tiene 81 años y nació en los EEUU. En 1975 llegó a Bangladés, después de haber estado en Filipinas por 11 años. Eligió vivir como pobre entre los pobres. Los musulmanes lo llaman “hermano Bob”.
Shariatpur (AsiaNews) – Se despierta todos los días a las 3 de la madrugada y celebra la misa, luego va a los pueblos en busca de los enfermos necesitados de curaciones. Es la historia del p. Robert Terence McCahill, de 81 años, misionero de Maryknoll desde hace 43 años en Bangladés para vivir y servir a los musulmanes pobres y perjudicados del país.
A un musulmán que le pedía ser cristiano, él le respondió: “Tendrás sólo penas”. Pero aquel insistió: “No has entendido padre, quiero ser cristiano”. El sacerdote una vez más le respondió: “Haciendo eso, tendrás una gran pena”.
Hoy el sacerdote vive en Shariatpur (en la división de Daca, ndr). Nacido en los EEUU, el p. Robert es conocido por todos con el sobrenombre de Bob Bhai o hermano Bob. En 1964, dos meses después de su ordenación sacerdotal, parte para la misión a Filipinas, donde permanece por 11 años. A AsiaNews le cuenta que, “después de haber escuchado que Bangladés tenía realmente necesidad y sufría de carencias y que los desastres naturales estaban al orden del día, deseé trabajar para la población de este país. Los que llegamos fuimos 5, nos quedamos 2.
Entre los misionero de Maryknoll, el p. Robert es aún quién trabaja con los musulmanes. “Inmediatamente después de mi llegada - cuenta- entendí que no quería ser un cura de parroquia. Podía testimoniar más en profundidad a Cristo entre los musulmanes”.
Su misión no fue simple, por que él había decidido vivir entre los pobres y como los pobres. Alquiló casas de bambú y así vivió hasta el atentado del 1° de julio de 2016 en el bar de Daca. “Después, la policía no me permitió vivir más en las cabañas por mi seguridad”. Él dio vueltas por 12 distritos en todo el territorio: “Cuando me doy cuenta que la gente comienza a amarme, cambio de lugar para ir allí donde hay más necesidad”.
Su vida no ha sido muy simple. “Al comienzo encontraba gente sospechosa. No estaban acostumbrados a ver misioneros ni extranjeros entre los musulmanes y no se fiaban”. Como Malak Islam, padre de Al Amin, un niño discapacitado de 6 años. “El hombre - narra el sacerdote- no quería que llevase a su hijo al hospital para ser curado. Sólo después de 2 años y medio se decidió”. “Estoy agradecido al hermano Bob - dice hoy Malak Islam- porque gracias a él, mi hijo está mejorando mucho”.
No obstante el creciente fundamentalismo islámico, el misionero jamás recibió amenazas. Él sostiene: “Somos todos una familia humana: cristianos, hindúes, musulmanes. Yo jamás intenté convertir a nadie, demuestro sólo el amor, la compasión y el bien que Jesús ha dado en su vida”.
A los 81 años, el sacerdote no está todavía listo para “jubilarse”. “Gozo de buena salud, ando en bicicleta, saco felicidad de mi vida religiosa”. “Estoy preparado siempre para trasferirme a un nuevo distrito”.
17/12/2016 13:14
28/08/2016 13:40