Mindong: Mons. Guo Xijin, obispo subterráneo, deja el lugar a Mons. Zhan Silu, ex excomulgado
La transferencia de poderes se dio en un hotel estatal de Beijing, ante la presencia de Mons. Claudio Maria Celli. El Papa Francisco habría solicitado este “sacrificio” a Mons. Guo para salvar la unidad de la Iglesia y para garantizar la firma del acuerdo entre China y la Santa Sede. Mons. Celli también ha dispuesto el retiro del anciano obispo de Shantou, Mons. Zhuang Jianjian.
Mindong (AsiaNews) – Mons. Vicente Guo Xijin, el obispo no-oficial de Mindong, reconocido por el Vaticano pero no por el gobierno, que hasta ahora se desempeñaba como obispo ordinario de la diócesis, dejará su puesto de ordinario y lo cederá a Mons. Vicente Zhan Silu, reconocido por el gobierno y uno de los siete obispos excomulgados que el Papa Francisco ha vuelto a aceptar en la comunión recientemente.
La noticia fue dada hoy por algunos sacerdotes de la diócesis. Según declaraciones de uno de ellos, en la tarde, Mons. Guo reunió a sus sacerdotes para comunicar la nueva situación, en la cual toma el lugar de obispo auxiliar. El prelado había regresado de un viaje a Beijing, donde ayer se encontró con Mons. Zhan y con Mons. Claudio Mari Celli, responsable de una delegación vaticana (v. Foto). Mons. Celli presentó a Mons. Guo una carta firmada por el Card. Pietro Parolin, secretario de Estado, y por el Card. Fernando Filoni, prefecto de Propaganda Fide, en la cual pedían al obispo subterráneo ceder el puesto de ordinario a Mons. Zhan. Siempre de acuerdo a las declaraciones de los sacerdotes de Mindong, Mons. Celli habría dicho a Mons. Guo que el mismo Papa Francisco le pedía este gesto de obediencia “y de sacrificio por la situación general de la Iglesia china”.
Muchos sacerdotes y fieles laicos se entristecieron con esta noticia. En el pasado, cuando un obispo oficial se reconciliaba con la Santa Sede, y en la misma diócesis existía un obispo subterráneo, éste permanecía como ordinario, y el flamante reconciliado pasaba a ser auxiliar. En este caso ha ocurrido lo contrario.
Además, en el caso de Mindong, hay un gran desequilibro de fuerzas: sobre un total de 90.000 miembros de la diócesis, al menos 80.000 pertenecen a la Iglesia no-oficial, donde prestan servicio 45 sacerdotes, 200 religiosas, 300 laicas consagradas y cientos de laicos catequistas. El obispo oficial Zhan cuenta con algunos miembros entre sus fieles y con 12 sacerdotes que sirven en varias parroquias.
Según la información recibida por AsiaNews, el Papa Francisco habría expresado un gran aprecio por Mons. Guo y le habría pedido continuar ocupándose personalmente del cuidado pastoral en las parroquias subterráneas, pero al mismo tiempo procurar cierta integración con Mons. Zhan Silu.
En el encuentro mantenido en Beijing, Mons. Celli también comunicó que el obispo subterráneo de Shantou, Mons. Pedro Zhuang Jianjian dejará el puesto al obispo oficial José Huang Bingzhang, que también acaba de ser reconciliado con la Santa Sede.
De todos modos, la decisión de dar el puesto de ordinario a dos obispos oficiales –que son muy apreciados por el gobierno- parece haber sido tomada un año atrás, en otro viaje que Mons. Celli realizó a Beijing. En aquella ocasión, Mons. Celli le habría explicado a Mons. Guo que el Papa mismo le solicitada dar este paso atrás “porque de otro modo el acuerdo [sino-vaticano] no puede ser firmado”. El Papa temía que sin el acuerdo –sobre los nombramientos episcopales- la Iglesia china quedase invadida por decenas de obispos ilícitos, algo que podría acarrear graves consecuencias para la unidad de la Iglesia”.
Algunos sacerdotes de Mindong subrayan que de este modo, la Iglesia subterránea habrá de morir, después de 40 años de existencia. Otros aprecian la extrema obediencia demostrada por Mons. Guo.
Según otros sacerdotes, con este paso, el Vaticano ya habría entregado la Iglesia en manos del gobierno. Cabe resaltar que el encuentro entre Mons. Celli y los dos obispos de Mindong se realizó en Diaoyutai, uno de los hoteles del Estado chino destinado al alojamiento de huéspedes oficiales.
Aún queda por resolver un punto: para poder ejercer su ministerio episcopal abiertamente, Mons. Guo necesita la aprobación del gobierno y del Consejo de obispos chinos oficiales.