Mindanao: acusan a los Misioneros Rurales de financiar el terrorismo comunista
Unas 16 personas, entre ellas algunas religiosas, fueron acusadas del presunto delito de financiar el New People's Army, el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas. El tribunal podría emitir una orden de arresto. Los misioneros rurales defienden el medio ambiente y los derechos de los pueblos indígenas locales.
Manila (AsiaNews/Agencias) - El Departamento de Justicia de Filipinas acusó a 16 personas, entre ellas varias religiosas vinculadas a los Misioneros Rurales de Filipinas, de enviar fondos al New People’s Army, el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas (CPP- NPA).
Las acusaciones fueron presentadas ayer ante el tribunal regional de la ciudad de Iligan por el abogado del Departamento de Justicia Mico Clavano, sobre la base de una investigación realizada por la Comisión contra el lavado de dinero. El presunto delito, no sujeto a fianza, fue registrado bajo la Ley de Financiamiento del Terrorismo, que penaliza a cualquiera que ponga a disposición de personas o grupos designados como terroristas por el gobierno, "bienes o fondos, servicios financieros u otros servicios relacionados".
Los Rural Missionaries of Philippines (RMP) fueron calificados como tales en diciembre de 2020 por el Consejo Antiterrorista, pero ya el año anterior sus cuentas bancarias habían sido bloqueadas por la Comisión contra el lavado de dinero bajo sospecha de financiar la insurgencia comunista. En junio de este año el gobierno cerró su sitio web. En los próximos días podría emitirse una orden de arresto contra los acusados.
Los Misioneros Rurales son un grupo de laicos y religiosos de varias congregaciones que trabajan en Mindanao -la isla del sur del archipiélago filipino- en defensa del medio ambiente y de los pueblos aborígenes. Ayer, cuando se presentaron las acusaciones en su contra, acababan de celebrar el 53 aniversario de su presencia en el país.
Los misioneros rurales comparten la vida con los campesinos y pescadores de una de las regiones más pobres de Filipinas. En las últimas décadas, el “land grabbing” (acaparamiento de tierras) para la exportación de madera o para la agricultura en gran escala ha ido de la mano con la erosión de los derechos de las tribus indígenas locales. Los Misioneros Rurales documentaron violaciones de los derechos humanos contra ellos, como ocurrió con el asesinato de 47 personas.
En 2011 también asesinaron en Arakan al padre Fausto Tentorio, un misionero del PIME que había ayudado a los indígenas manobo a organizarse en cooperativas agrícolas y pedía a Manila que reconociera el derecho de los indígenas locales a su tierra.
Los misioneros rurales nacieron en 1969, pocos meses después de la formación del New People’s Army, una organización armada de tradición maoísta que desde hace medio siglo lleva adelante una guerra de guerrillas contra el Estado filipino con el objetivo de establecer su propio gobierno. De 350 miembros en 1971 pasó a tener más de 20.000 a fines de la década de 1980. En algunas provincias rurales el CPP-NPA ha logrado establecer administraciones locales que operan independientemente de Manila, por ejemplo, recaudando impuestos sobre la renta para financiarse. En la década de 2010 el grupo recibió 7.000 millones de dólares en apoyo logístico y financiero del ex dictador libio Muammar Gaddafi. En diciembre de 2019, el expresidente filipino Rodrigo Duterte anunció el fin de las conversaciones de paz con los grupos comunistas, después de haberlos encuadrado como terroristas en 2017.
20/12/2017 13:13
14/06/2018 15:21