Mindanao, respuesta de la Semana de la Paz al derramamiento de sangre del Isis en Marawi

de Santosh Digal

El sur del país sigue conmocionado por el atentado yihadista a la misa del 3 de diciembre, que aleja también las perspectivas de retorno de los musulmanes desplazados de Marawi. Los grupos interconfesionales están respondiendo a la violencia con iniciativas de diálogo y confrontación. Cientos de personas de todas las confesiones se han sumado a la iniciativa. Conversión de corazones y espacios seguros contra quienes alimentan el terror.

Pagadian City (AsiaNews) - El atentado perpetrado por el Estado islámico durante una misa el 3 de diciembre en el gimnasio de la Mindanao State University, en Marawi, con sus cuatro muertos y decenas de heridos, ensangrentó la Semana de la Paz 2023 programada en Mindanao del 30 de noviembre al 10 de diciembre. Un evento promovido y apoyado por la Iglesia filipina, que para el arzobispo emérito de Cagayán de Oro, el jesuita monseñor Antonio Javellana Ledesma, debía simbolizar el "regreso a casa" de la paz, la armonía y el diálogo en el sur del país. Alimentando, entre otras cosas, el dolor y la desesperación de la comunidad musulmana y de los desplazados internos, que desde el asedio en 2017 de la ciudad por el grupo Maute asociado al Isis, siguen sufriendo la falta de un alojamiento estable.

Sin embargo, los promotores de la Semana por la Paz y los cientos de participantes subrayan que ante estos hechos sangrientos, ante la violencia, es aún más urgente e importante responder con el diálogo y llevando a cabo iniciativas de encuentro y confrontación. A las 850 personas presentes en la jornada inaugural, el 29 de noviembre en Pagadian City (Zamboanga del Sur), dice la activista católica Marites Guingona Africa, "como representante del Círculo de los Pacificadores, les lancé un reto: encontrar la paz en nuestros hogares, donde reside nuestro corazón".

A ello se sumó el taller del día siguiente, centrado en la "creación de espacios seguros" para el diálogo entre tres realidades diferentes: cristianos, musulmanes y tribales subanon, el primer proyecto del recién creado Foro Interreligioso para la Solidaridad y la Paz (Ifsp) de Pagadian. Al frente del mismo estaban el padre Félix Tigoy, coordinador del Ifsp, Timuay José Macarial en representación de la población indígena, la hermana Marjorie Guingona y el líder musulmán Bong Balimbingan.

En los últimos 20 años se han multiplicado en Filipinas los esfuerzos e iniciativas encaminados al diálogo interreligioso y la fraternidad, con intentos de traducir en acciones prácticas los proyectos e iniciativas de armonía y solidaridad. Sin embargo, esta filosofía aún no se ha convertido en una verdadera fuerza de cambio social y cultural, como desean sus promotores. Resulta frustrante, dice la activista católica, el "escaso progreso" realizado hasta ahora hacia una "verdadera conversión de los corazones". Las guerras", añade Marites Guingona Africa, "se libran incluso hoy en día en el ámbito religioso. ¿De qué sirve nuestra religión o tradición de fe si no puede ser un recurso para la paz en lugar de una fuente de conflicto, si no puede ser una fuente de consuelo para nosotros y una fuerza curativa para nuestras almas cansadas?", se pregunta finalmente la activista.

"Si queremos que la esperanza de una paz verdadera y duradera se haga realidad", señaló el P. Félix Tigoy, es necesario "crear espacios seguros dentro de nosotros y a nuestro alrededor, donde nuestros corazones y nuestras mentes puedan encontrarse respetuosamente en nuestra diversidad". Para el sacerdote, es crucial crear lugares donde "podamos respetar nuestras diferencias y relacionarnos más allá de un simple llamado a la tolerancia". La verdadera conversión en el diálogo interreligioso, advierte, es "la conversión del corazón, para que la gente pueda ver la presencia de Dios en el otro". Esto es lo que significa "diálogo más allá de la tolerancia", concluye, pero sólo es posible cuando "las personas son capaces de sacar a la luz las enseñanzas e ideales más elevados de sus respectivas religiones y tradiciones de fe, no sólo a través de acciones externas, sino sobre todo a través del trabajo interior".