Mindanao, asesinan a un abogado tribal. En la era Duterte ya mataron a 58 abogados
Juan Macababbad, vicepresidente de la Union of Peoples’ Lawyers, defendía a las víctimas indígenas de la masacre del lago Sebu en 2018. Global Witness: en 2020 Filipinas fue el tercer país del mundo en este tipo de homicidios, con 29 activistas asesinados por defender sus tierras.
Davao (AsiaNews) - Otro abogado comprometido en la defensa de los derechos de los pueblos tribales fue asesinado en Mindanao. La víctima se llamaba Juan Macababbad y era vicepresidente de la Union of Peoples’ Lawyers de Mindanao. Macababbad murió por cinco disparos de armas de fuego frente a su casa en Surallah, distrito de South Cotabato. Con él, ya suman 58 los abogados asesinados desde que asumió su mandato el presidente filipino Rodrigo Duterte en 2016.
“La cultura de la impunidad está generalizada”, denunció su colega Antonio Azarcon, presidente de la Unión de Abogados del Pueblo, tras la muerte de Macababbad. “Nadie investiga las miles de ejecuciones extrajudiciales en este país. Nuestros compañeros se han convertido en el principal objetivo, sobre todo los que defienden los derechos humanos”.
Macababbad era el abogado de las víctimas de la masacre que ocurrió en diciembre de 2018 en el lago Sebu, en el mismo distrito de Cotabato Sur. En esa oportunidad 8 miembros de las comunidades t'boli y manobo fueron asesinados en un operativo "antiterrorista", en una zona donde las tribus locales luchan desde hace décadas para defender sus tierras ancestrales, amenazadas por la expansión de las plantaciones de café y los intereses mineros.
El último informe que publicó recientemente la ONG internacional Global Witness sobre los ecologistas asesinados en el mundo da la voz de alarma sobre la situación en Filipinas. Con 29 personas asesinadas por defender - de diversas formas - los derechos de las comunidades locales sobre la explotación de sus propias tierras, el archipiélago fue en 2020 el tercer país del mundo en este tipo de homicidios y el primero en Asia. Pocos meses atrás, sin embargo, Duterte decidió poner fin a la moratoria sobre la apertura de nuevas minas en Filipinas.