Miles de tailandesas víctimas del tráfico de prostitución con destino a Japón
Un informe de la policía de Bangkok estima que entre 10 y 15.000 mujeres por año, muchas veces menores de edad, son víctimas de este fenómeno. También pesa mucho que las autoridades japonesas apliquen de manera muy blanda las leyes que castigan la explotación sexual. Tailandia se confirma como un centro internacional de trata de seres humanos.
Bangkok (AsiaNews) - Un flujo constante de mujeres tailandesas, en muchos casos menores de edad, llega continuamente a Japón a engrosar las filas de una prostitución dirigida por bandas criminales locales pero con la cooperación de una red de reclutamiento y distribución bien establecida. El fenómeno siempre fue subestimado y todavía cuenta con apoyo en varios niveles, alimentados por una corrupción generalizada y persistente.
Un equipo de la policía tailandesa encabezado por el coronel Pongnakorn Nakhonsantiphap realizó una investigación que confirma el fenómeno. Los números rondan entre las 10 y15 mil mujeres por año, muchas veces menores de edad con documentos falsificados que, procedentes de Tailandia, ingresan cada año en Japón para ser incorporadas a la red de prostitución. Por su parte Tokio también tiene leyes estrictas que castigan la explotación sexual, pero al mismo tiempo "manga muy ancha" en términos de aplicación. Incluso el informe afirma que "con respecto al tráfico ilegal de mujeres y menores para la prostitución, en los últimos diez años Japón ha sido el principal mercado de víctimas de trata”.
Al mismo tiempo los datos recopilados demuestran que Tailandia sigue siendo una encrucijada del tráfico regional e internacional de seres humanos en sus diversas formas. Una realidad ignorada y muchas veces encubierta por las autoridades, que emergió con fuerza en 2015 con el descubrimiento en el sur de Tailandia de fosas comunes de rohingyas que huían del genocidio en Myanmar. Hombres, mujeres y niños que murieron en cautiverio o fueron asesinados cuando las familias no pagaban el rescate exigido. Durante el éxodo, la guardia costera tailandesa recogía en el mar cientos de individuos y los entregaba a los traficantes para que fueran clasificados y explotados dentro del país o en el exterior.
Sin embargo, esta nueva conciencia no ha impedido que Tailandia siga siendo un ejemplo negativo en el informe anual de Estados Unidos sobre la trata de personas. Este informe, al igual que otras fuentes, confirma que el país es un punto central de llegada, clasificación y distribución de decenas de miles de personas cuyo único horizonte es el abuso y la explotación. El documento policial estima que cerca de 30.000 tailandeses fueron reclutados y enviados al exterior como mano de obra no calificada.
07/02/2023 12:19