23/11/2021, 13.00
IRÁN
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Miles de iraníes protestan por la falta crónica de agua

Ayer se produjeron manifestaciones en la ciudad de Khahrekord. Los habitantes se reunieron pacíficamente frente a la residencia del gobernador. Previo a ello, hubo manifestaciones en Isfahán, en el centro del país. Normalmente el suministro de agua potable se realiza mediante camiones cisterna, pero no hay agua para regar los campos. El Gobierno promete soluciones "en los próximos meses".

Teherán (AsiaNews/Agencias) - En Irán, se extiende la protesta de los ciudadanos ante la falta crónica de agua potable y no potable en algunas zonas del país. En los últimos días, cientos de habitantes de la ciudad de Khahrekord -centro administrativo de la provincia de Chahar Mahaal y Bakhtiari, en el suroeste del país- salieron a las calles para manifestarse pacíficamente frente a la residencia del gobernador. El pasado fin de semana se sucedieron manifestaciones en Isfahán, en el centro del país. Los agricultores locales piden que se restablezca el curso del Zayanderud, el único río que cruza la zona y que ya se ha secado. 

Según Tasnim News Agency -agencia cercana a la facción conservadora-, cerca de la mitad de la población de Chahar Mahaal y Bakhtiari, millones de residentes, tienen que luchar cada día por una mísera cantidad de agua potable. Los camiones cisterna abastecen de agua a casi 200 pueblos, pero persiste el problema de los campos de cultivo, donde trabaja la mayor parte de la fuerza laboral de la provincia. 

Una vez más, las manifestaciones en las calles se repiten y ponen de manifiesto la magnitud de la crisis hídrica que azota a la República Islámica, donde la escasez corre el riesgo de volverse crónica. La falta de precipitaciones contribuye al déficit de agua, en un país que afronta la peor sequía de los últimos 50 años. Las autoridades dicen haber puesto en marcha una serie de iniciativas para mitigar la emergencia. Mientras tanto, el presidente iraní Ebrahim Raisi envió al ministro de Energía a Isfahán.

Las primeras protestas vinculadas a la escasez de agua estallaron en el verano en la provincia suroccidental de Juzestán. El nuevo gobierno que asumió el poder tras las elecciones del 18 de junio tomó algunas medidas paliativas, como la liberación temporal del agua de las represas y el nombramiento de un gobernador especial para afrontar la emergencia.

Ayer, el ministro de Energía, Ali Akbar Mehrabian, se disculpó por la escasez de agua, pero no indicó qué medidas se tomarán en lo inmediato. "Pido disculpas a todos nuestros queridos agricultores", dijo en una entrevista con la televisión estatal.  "Y me avergüenzo de que no seamos capaces de proveer el agua necesaria para sus cultivos”. Por último, dijo que esperaba resolver la escasez crónica en "los próximos meses". 

Los efectos del cambio climático combinados con una mala gestión humana, han convertido la cuestión de los recursos hídricos en un problema endémico en la República Islámica. Todo ello alimenta las "turbulencias" en el plano económico. La caída de la producción en las represas hidroeléctricas provoca escasez de energía. Además, debido a la sequía, el país ha tenido que importar cantidades récord de trigo del extranjero para alimentar a su población. Estos factores también impulsan importantes protestas populares, que en algunos casos son reprimidas por la fuerza policial. Durante los enfrentamientos en la provincia de Juzestán, se registraron al menos cuatro víctimas.

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