Migranti, Erdogan amenaza a Europa: una ‘marea’ está lista para partir
El presidente turco habla de reabrir las rutas si no serán dadas mayores ayudas a nivel internacional. El proyecto es crear una zona un área de amortiguamiento en el nordeste; el verdadero objetivo es debilitar la componente kurda. Fuente de AsiaNews: reiniciaron los ingresos desde Siria y la ofensiva contra Idlib. Para afrontar la emergencia se necesita el compromiso internacional.
Estambul (AsiaNews)- Turquía está lista para reabrir la ruta hacia Europa a los migrantes sirios en fuga de la guerra, si no serán dadas mayores ayudas a nivel internacional para la creación de una zona segura en el nordeste de Siria. Ankara parece por lo tanto a usar el arma de los refugiados, con el presidente Recep Tayyip Erdogan que invoca “apoyo logístico” a una zona de amortiguamiento en la zona de mayoría kurda del país vecino.
“Si esto no sucederá-amenazó el líder turco- estaremos obligados a abrir las puertas”. “Nuestro objetivo- prosiguió Erdogan- es la de repatriar al menos a un millón de nuestros hermanos sirios a una zona segura, que formaremos a lo largo de 450 Km de frontera”.
Fuentes de AsiaNews en Turquía, que piden el anonimato por motivos de seguridad, confirman que en el último período “alguien comienza de nuevo a cruzar la frontera de Siria” y “una marea de gente, miles de personas, están prontas a entrar” después de la ofensiva contra Idlib. Cuando se habla de prófugos, explica la fuente, es necesario distinguir entre “sirios del pasado con permisos, de los que llegan ahora, los iraquíes, muchos de los cuales son cristianos; al final los africanos y los iraníes afganos. Justo en estos días en Esmirna, abandonadas en un parque sin asistencia, hay 150 familias afganas, cerca de 400 personas, que esperan poder entrar a Europa y nadie se ocupa de ellos”.
El proyecto turco de dar vida a una “zona segura” encuentra el apoyo de los EEUU. Sin embargo, el plan parece controvertido porque las fuerzas kurdas.sirias se muestran desconfiadas hacia Ankara, que entiende desplazar al nordeste a muchos sirios que no son originarios de la zona con el objetivo de alternar la demografía. En la cuestión se entrelazan luego los intereses opuestos de las Unidades de protección popular YPG, la milicia kurda protagonista de la lucha contra el Estado islámico (EI, ex ISIS) en Siria. Milicias consideradas como un grupo terrorista por Ankara y que se oponen a una presencia militar turca.
El patrullaje del área será efectuado en colaboración con las fuerzas estadounidenses y Turquía “está determinada- concluyó Erdogan- en dar vida al proyecto dentro de la última semana de septiembre”. Las palabras del presidente esconden también los temores por la ofensiva de Moscú y Damasco en acto en Idlib, último bastión yihadista y rebelde en Siria. Algunos de los grupos combatientes presentes en la zona son apoyados por Turquía, la cual teme una nueva ola de prófugos y refugiados en su propio terreno.
“En la zona de la frontera-confirma la fuente de AsiaNews- hay una marea de sirios prontos a partir. Miles piden al gobierno turco poder entrar. Turquía vive un período de dificultad económica y también muchos locales se están empobreciendo siempre más e inician a llamar a las puertas de la Ong humanitarias. Luego falta trabajo o prevalece el mal pagado que es confiado a los extranjeros y esto alimenta el malestar y el resentimiento hacia población inmigrada dispuesta a fatigar también a compensaciones inferiores y menores derechos”.
Turquía, que acoge a más de 3,6 millones de refugiados sirios- un récord en el mundo- en el contexto de una política promovida por el presidente Erdogan en nombre de la solidaridad entre musulmanes, hoy renegada, es un país de tránsito para los migrantes clandestinos. la mayor parte de los cuales trata de llegar a las costas de la Unión europea (UE), sobre todo a Grecia e Italia como naciones de desembarque, para luego dirigirse hacia las naciones del norte. Las autoridades de Ankara han bloqueado este flujo, después de un acuerdo alcanzado con Bruselas que preveía ingentes ayudas económicas (hasta 3 millardos de euros) en cambio de una clausura de la trata.
“Ankara-concluye la fuente- no puede usar a los migrantes como arma contra Europa. Dicho esto, no es posible continuar en este modo. Erdogan quiere crear una zona de amortiguamiento para permitir a los sirios de volver para atrás, pero no hay casas, falta el agua, no hay trabajo y perspectivas de vida, por lo tanto pocos están dispuestos a hacerlo. Se necesitaría un proyecto de más amplio respiro, que involucra a Turquía, Europa, los actores internacionales pero se vislumbran perspectivas eficaces en tal sentido”.
17/12/2016 13:14