Mi recuerdo de Mons. Tommaso Zhang Huaixin, obispo paciente en pos de la libertad de la Iglesia
El Padre Sergio Ticozzi, misionero del PIME en Hong Kong, se encontró muchas veces con el ahora difunto obispo. Los diálogos en latín para evitar “oídos indiscretos”; la reconstrucción material y espiritual de la diócesis de Anyang, el cuidado de las vocaciones, el reconocimiento del gobierno y el rechazo de la Asociación Patriótica. La espera de cinco años para poder nombrar a su cuadjutor sin “obispos ilícitos”.
Hong Kong (AsiaNews) – Sentí un dolor profundo dos días atrás, cuando recibí la noticia de la muerte de Mons. Tommaso Zhang Huaixin, obispo de la diócesis de Anyang: regresó al premio eterno y a la casa del Padre el 8 de mayo de 2016, a las 12.10, por una enfermedad, a la edad de 91años. Lo encontré por primera vez allá lejos, por 1985, y recuerdo su admiración por los padres del PIME, con quienes había trabajado siendo joven, expresada en un latín más fluido que el mío, para así evitar que los eventuales oídos indiscretos pudieran entenderlo. Continué el contacto con él, tanto personalmente como por correspondencia. En la última carta, recibida hace dos semanas, él me recomendaba que no olvidara rezar por su diócesis.
Había nacido en una aldea del lejano Anyang el 23 de marzo de 1925. Fue educado por los padres del PIME, que en aquel tiempo trabajaban en la misión, tanto en el seminario menor en 1934, como en el Seminario mayor regional en Kaifeng. El 19 de octubre de 1950 fue ordenado sacerdote Por Mons. Gaetano Pollio, Arzobispo de Kaifeng. Desde 1952 a 1955 tomó a su cargo el tribunal diocesano en Taijin, y desde 1955 desempeñó le ministerio parroquial en Anyang. En 1958 fue arrestado y obligado a la reeducación a través del trabajo. Así vivió hasta 1980, cuando fue rehabilitado y pudo volver a hacerse cargo de su ministerio. El 19 de octubre de 1981 fue secretamente ordenado obispo de la Diócesis de Anyang (antigua Weihui).
He admirado su celo y su paciencia en la construcción material y espiritual de la diócesis: en las visitas, me conducía con él a encontrarme con las comunidades y las nuevas iglesias. Además del desarrollo de la diócesis a través de la reparación y construcción de iglesias, entre ellas, la de la catedral, se tomó muy a pecho y de un modo especial la formación del clero y el desarrollo de la congregación de las Hermanas de San José, que crecieron en gran número.
No era reconocido oficialmente como obispo por parte de las autoridades chinas, pero necesitaba sacerdotes, y una vez formados ordenó a cinco de ellos en los primeros años. Pero estaba preocupado por ellos, porque las autoridades les generaban embrollos. Pidió, por ende, a un obispo oficial que ordenara a los seis próximos sacerdotes para que pudieran obrar oficialmente. Sin embargo, sentía el dilema: finalmente aceptó oficializarse, pero con la condición de no tener nada que ver con la Asociación Patriótica. El 22 de octubre de 2004, el obispo legítimo de Shenyang, Mons. Jin Peixian, presidió la ceremonia para su toma de posesión pública. Desde entonces, pudo ordenar a sus sacerdotes de manera oficial. Se mostraba contento con la solución encontrada, y me lo explicó con alegría. Así pudo formar un buen presbiterio, así como a una de las más numerosas congregaciones de hermanas.
Tenía, no obstante, una fuerte preocupación por el tema de su sucesión, sobre todo cuando el peso de la edad y los achaques se hacían sentir. Se confiaba en que estaba preparando a su sucesor, y proponía su plan incluso antes la Santa Sede. Se puso contento cuando su candidato fue aprobado por el Santo Padre. Pero seguía estando el problema de la aprobación de las autoridades chinas. Con una paciencia táctica, logró obtenerla, incluso con la votación “democrática”. Quería proceder con cierto apuro a la ordenación episcopal de su sucesor, tanto más cuando su salud comenzaba a generarle problemas. Pero había cierta autoridad que insistía en enviar a un consagrante ilegítimo para que participara en la ceremonia de la ordenación: ¡esto es algo que Mons. Zhang no podía permitir! Con su habitual paciencia, esperó, pero sin permanecer pasivo, por más de cinco años. El 4 de agosto de 2015, logró, finalmente, tras pacientes tratativas, ordenar él mismo -con obispos legítimos y de manera totalmente legal- al Rev. Zhang Yinlin como su obispo coadjutor.
Creo que transcurrió sus últimos meses de vida satisfecho por el suceso. Esto alivia también el dolor por su partida, y me hace dar gracias al Señor por el don de la amistad con este santo obispo.
09/05/2016 13:03
17/02/2021 15:35