Menamparampil: los enfrentamientos en Manipur, una gran tragedia
El ejército restableció el orden por la fuerza después de que en los últimos días hubo 50 muertos, pero las heridas siguen siendo profundas. El arzobispo emérito de Guwahati a AsiaNews: "Un enfrentamiento interétnico adquirió rápidamente una connotación religiosa en la atmósfera que el Hindutva creó a nivel nacional. Varias iglesias kuki fueron destruidas o dañadas. Hay que crear confianza en los Estados vecinos: ninguna comunidad debe sentirse engañada o excluida".
Imphal (AsiaNews) - La intervención masiva del ejército restauró el orden en el estado de Manipur. Pero las heridas que dejaron los enfrentamientos de los últimos días entre la etnia mayoritaria de los meiteis, en su mayoría hindúes, y las comunidades tribales, en su mayoría cristianas, son profundas. Mons. Thomas Menamparampil, arzobispo emérito de Guwahati y voz destacada de las comunidades católicas del noreste de India, lo cuenta en el análisis que publicamos a continuación.
Mientras tanto, en Imphal llegó el momento de hacer un recuento de los daños (numerosas iglesias y conventos católicos también quedaron devastados) y de preocuparse por los miles de personas obligadas a abandonar sus hogares. La Corte Suprema de la India también ha intervenido hoy en el asunto, declarándose profundamente preocupada por lo sucedido. "Nuestro objetivo inmediato es la protección, el rescate y la rehabilitación de las personas", declaró, y pidió o al gobierno central de Nueva Delhi y al de Manipur que faciliten detalles sobre los campos de socorro. "Las personas desplazadas deben regresar a sus hogares y los lugares religiosos también deben estar protegidos", advirtió la Corte Suprema.
Con más de 50 muertos y decenas de miles de personas rescatadas de situaciones de conflicto, Manipur avanza hacia una mayor seguridad después de varios días de gran aprensión. Más de 10.000 soldados fueron movilizados para imponer el orden y las autoridades afirman que las zonas afectadas por la violencia están ahora bajo "firme control". La incertidumbre sigue reinando en Churachandpur y otras zonas habitadas por la población tribal Kuki-Zo en diferentes partes de Manipur.
Lo que empezó como un enfrentamiento interétnico adquirió rápidamente una connotación religiosa en el ambiente polarizado que la ideología mayoritaria hindutva ha creado en todo el país. Varias iglesias kuki fueron destruidas o dañadas y el personal religioso sufrió acoso.
La causa inmediata de la tensión fue la exigencia de la comunidad hindú meitei de que se le concediera el estatus tribal, lo que les permitiría no sólo disfrutar de los beneficios asignados a las comunidades desfavorecidas, sino también trasladarse a los territorios reservados a los tribales. Dado que los meitei son la comunidad dominante en Manipur, si hubieran obtenido también estos privilegios, las comunidades tribales se habrían visto gravemente perjudicadas, perdiendo mucho en la competencia.
Recientemente, los miembros de la Asamblea Legislativa aprobaron la idea del estatus tribal para los hindúes meiteis, y la Corte Suprema pidió al gobierno estatal que enviara una recomendación al gobierno central para que aprobara la propuesta. Este acontecimiento debe considerarse en relación con la exigencia de Hindutva de retirar el estatus tribal a las comunidades tribales cristianas. De hecho, la mayoría de la población tribal de Manipur es cristiana. Por ello, un sentimiento de temor unió a toda la comunidad cristiana que pertenecía a varias tribus en un solo cuerpo.
Hubo una "marcha de solidaridad tribal" que los llevó a enfrentarse a la mayoría meitei. En los enfrentamientos que siguieron se produjeron pérdidas humanas y materiales. Los activistas de la comunidad mayoritaria parecen tener libertad para blandir armas con las que acosar y humillar a los grupos minoritarios y a los cristianos. Las instituciones cristianas trabajan en un entorno de gran tensión.
Con la orden de "disparar en el acto", la calma se restableció por ahora. Pero habrá que encontrar estrategias a largo plazo para restablecer la confianza entre las comunidades tribales. Los grupos kuki-zo se sienten especialmente atacados, ya que las zonas que ocupan fueron declaradas recientemente "zonas forestales", a pesar de haber estado en su poder durante generaciones.
Esto no quiere decir que la comunidad hindú meitei no tenga también motivos para estar preocupada por su futuro. Aunque constituyen el 53-60% de la población del estado, su presencia se limita al valle de Imphal, lo que significa que sólo ocupan el 10-12% de la extensión del estado. A menos que pasen de la agricultura a otros tipos de trabajo, su economía no será sostenible en el tiempo.
En estados fronterizos como Manipur, hace falta una cooperación intercomunitaria en lugar de conflictos y rivalidades. Deben tomarse medidas para fomentar la confianza. Ninguna comunidad debe sentirse engañada o excluida. Los privilegios actuales no deben arrebatárseles a las comunidades más débiles. Al mismo tiempo, debe haber un esfuerzo conjunto hacia la cooperación general, para que la comunidad mayoritaria también siga prosperando como en el pasado. El diálogo para encontrar soluciones inmediatas y una planificación creativa de la economía para el bienestar compartido son el único camino que podemos seguir.
* Arzobispo emérito de Guwahati
(Colaboró Nirmala Carvalho)
14/06/2023 12:55
31/07/2023 14:03