Matan a Peregrinos hindúes en Cachemira. Mons. Machado: hay que romper la cadena del odio
Los fieles viajaban a bordo de un pulman, de regreso del templo de Amarnath. El vehículo quedó en medio del fuego cruzado. El asesinato arriesga incrementar aún más la tensión. “Ninguna ideología puede enseñar la paz”. “La paz llega con una conversión del corazón”.
Srinagar (AsiaNews) – Siete peregrinos hindúes, cinco de ellos mujeres, resultaron muertos en un ataque terrorista perpetrado en la tarde de ayer en Cachemira, por mano de algunos militantes. Los peregrinos estaban a bordo de un pulman, el cual estaban regresando del templo de Amarath, en el distrito de Anantnag, dedicado al dios Shiva. Según el relato de testigos, el vehículo habría quedado en medio del fuego cruzado entre militares y militantes que acaban de intentar un asalto a un búnker de la policía. La rapidez del conductor, que siguió a toda marcha, evitó que el hecho tuviera consecuencias peores. Hasta el momento se cuentan cerca de 30 heridos cuya condición no reviste gravedad.
En conversaciones con AsiaNews, Mons. Felix Machado, arzobispo de Vasai y presidente de la Oficina para el diálogo inter-religioso de la Conferencia episcopal india (CBCI), expresa “profundo dolor por el asesinato de peregrinos inocentes. Condeno firmemente su asesinato despiadado. ¿Cuándo se acabará todo este odio?” Según el obispo, “fieles de diferentes tradiciones religiosas viven con miedo, con ansiedad y en la inseguridad, bajo la espada de la ideología fundamentalista, que no acoge el pluralismo religioso. Lamentablemente asistimos a un incremento del nivel de agresividad e intolerancia religiosa. Hay intereses particulares que no quieren la paz, sino que perpetran la violencia contra personas inocentes, para su propio beneficio”.
La mayor parte de las víctimas provenían de Gujarat, el Estado del cual es oriundo el primer ministro Narendra Modi. Él ha tenido duras palabras de condena, definiendo el incidente como un “ataque atroz” y ofreciendo el apoyo del gobierno a la administración estatal. Luego agregó: “La India no será empantanada por estos ataque cobardes y por los planes malvados del odio”. La jefa de ministros Mehbooba Mufti fue al encuentro de los heridos y de los familiares de las víctimas, a quienes prometió que se arrestaría y castigaría a aquellos que estén involucrados en la agresión, un hecho que va “contra los valores y las tradiciones de la India”.
El asalto arriesga incrementar aún más la tensión existente en Cachemira, región que lleva años perturbada por una guerrilla violenta. El enfrentamiento se enardeció el año pasado, a raíz del asesinato del famoso separatista Burhan Wani, que fue muerto en una operación del ejército indio. Desde ese momento, en diversas zonas del Estado se alternaron fases en las cuales se impuso el toque de queda, volviendo más difícil la vida de la población local.
El incidente de ayer fue condenado por Syed Ali Geelani, líder de los separatistas, mientras que el vocero de los grupos rebeldes lo definió como un “acto de terror”. De igual manera, el movimiento armado proscripto Lashkar-e-Toiba, sobre el cual recayó la responsabilidad del hecho, tomó distancia del ataque, sosteniendo que el mismo “sólo apunta a enlodar el nombre de los militantes de Cachemira”.
El arzobispo de Vasai sostiene que “se necesita romper la cadena del odio. Ninguna ideología puede enseñar la paz. La armonía y la paz no siempre reinan en situaciones de enfrentamiento entre culturas y etnias, que siempre tienen implicaciones religiosas y políticas”. “Sólo la religión –afirma- enseña la paz. Hay una necesidad cada vez más apremiante, en todos los grupos religiosos, de eliminar todas las formas de intolerancia y discriminación. En lo que concierne a los Estados, los actores ajenos a las esferas estatales, la sociedad civil, los líderes y los individuos, ellos deben trabajar juntos con urgencia, a través de acciones que convoquen a múltiples religiones, para derrotar las amenazas contra la paz y la creciente hostilidad que se registra en relación al otro”. En conclusión, Mons. Machado declara: “La paz llega con una conversión del corazón. Como ejemplo de ellos, tenemos al Mahatma Gandhi y a Madre Teresa. Roguemos para que el Padre Misericordioso dé paz a aquellos que han sido muertos y pidamos a Dios que brinde alivio y consuelo a las víctimas y a sus familiares”.
(Colaboró en esta nota Nirmala Carvalho)
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