Mataban a mineros fingiendo accidentes. 74 arrestos en el interior de Mongolia
Las autoridades acusaron a una banda numerosísima, proveniente de Yunnan, de haber asesinado intencionalmente a mineros de pequeñas minas ilegales, para simular accidentes y así obtener el resarcimiento de parte de los propietarios. Después de haber golpeado a las víctimas, arrojaban los carros que transportaban los materiales encima de ellos, para simular derrumbes o explosiones internas: luego, haciéndose pasar por parientes, negociaban la cifra y cremaban el cuerpo. Las cenizas eran arrojadas al toilette. Ya hay al menos diecisiete víctimas confirmadas.
Beijing (AsiaNews)- Las autoridades judiciales del interior de Mongolia han acusado a setenta y cuatro personas de homicidio, fraude y extorsión. La banda criminal habría asesinado al menos a diecisiete mineros fingiendo accidentes en pequeñas minas ilegales para obtener así las indemnizaciones de parte del Estado o de los propietarios de las minas. La investigación va adelante desde 2014, cuando una serie de homicidios en el trabajo hizo surgir sospechas a la Seguridad pública.
El primer caso constatado sería el de un minero de Yunnan, muerto hace dos años en un presunto accidente de trabajo. El director de la mina no denunció la muerte ante las autoridades, eligiendo pagar de su bolsillo seiscientos ochenta mil yuan (unos noventa y un euros) a los familiares como indemnización. Luego de haber pagado dicha suma, sn embargo, se quedó sin dinero y no pudo pagar los sueldos a los otros mineros. Esto desencadenó polémicas que, a su vez, atrajeron la atención de la policía.
Según un artículo aparecido en Caixin, los arrestados engañaban a los mineros para obtener ganancias. Las víctimas preferidas eran migrantes u hombres con problemas mentales. La banda estaba organizada detalladamente: algunos buscaban minas donde provocar los accidentes, en general pequeñas minas y además ilegales, en las zonas más remotas del país. Otros golpeaban a los operarios hasta matarlos, simulando accidentes.
Para los investigadores, el modo de obrar “era cruel: golpeaban a las víctimas hasta hacerles perder el conocimiento, y luego les tiraban encima los carros de las minas, o los lapidaban con las piedras que había en el lugar. De este modo, podían declarar que las muertes habían sido provocadas por derrumbes o por explosiones internas”.
Luego de haber puesto en práctica el plan, otros miembros del grupo se presentaban al dueño de la mina fingiendo ser parientes del difunto. Los directivos, a sabiendas de que se encontraban fuera de la ley, preferían encubrir lo sucedido pagando: las cifras variaban de quinientos mil a ochocientos mil yuan (entre sesenta y siete mil y ciento siete mil euros). El cuerpo luego era llevado al crematorio más cercano, y los “parientes” desaparecían con el dinero y la urna funeraria.
Una vez reunida en un hotel, la banda se repartía lo robado y arrojaban al toilette las cenizas de la víctima, partiendo luego en busca de otra mina. Las más frecuentadas eran las que están situadas en Shanxi, Shaanxi y en el interior de Mongolia. La mayor parte de los arrestados proceden, en cambio, del condado de Yanjin, en Yunnan.
25/02/2022 13:24
31/03/2016 10:59