Masacre en Cachemira, Obispo de Srinagar: 'Cobarde ataque contra inocentes'
Veintiséis personas, en su mayoría turistas y peregrinos hindúes, murieron ayer en el asalto de un grupo terrorista paquistaní. La región lleva mucho tiempo disputada entre India y Pakistán y marcada por la violencia. Tras revocar el estatus especial de Cachemira, el primer ministro indio, Narendra Modi, ha promovido en los últimos años las visitas turísticas y los viajes religiosos.
Milán (AsiaNews) - Ayer por la tarde, 22 de abril, un atentado terrorista en el valle de Baisaran, a pocos kilómetros de Pahalgam, en el sur de la Cachemira administrada por India, causó la muerte de 26 personas, entre ellas varios turistas. La autoría del atentado fue reivindicada por el Frente de Resistencia (TRF), facción vinculada al grupo terrorista paquistaní Lashkar-e-Taiba, que se opone al «cambio demográfico» en la región propiciado por las autoridades indias.
Baisaran, situada a unos tres kilómetros de la popular localidad turística de Pahalgam, punto de partida del peregrinaje hindú Amarnath Yatra, se ha convertido en los últimos años en un destino cada vez más popular para los turistas indios, atraídos por los idílicos paisajes naturales. El Amarnath Yatra, para el que es posible inscribirse desde hace unos días, está previsto para julio y agosto de 2025. Según algunas fuentes, el objetivo del atentado era sembrar el pánico entre turistas y peregrinos.
La tragedia de Pahalgam representa el atentado más sangriento contra civiles en la región de Cachemira desde la matanza de Nadimarg en 2003, en la que perdieron la vida 24 personas. En los últimos años, los incidentes contra civiles se han producido con poca frecuencia: el último fue el pasado junio, cuando hombres armados atacaron un autobús de peregrinos hindúes, matando a nueve personas.
«La mayoría de los turistas muertos procedían de distintas partes de India, como Maharashtra, Karnataka, Haryana, UP, Gujarat, Tamil Nadu, Odisha, EAU, Nepal y Cachemira. Se trata de un ataque cobarde contra turistas inocentes e indefensos. Condenamos este ataque en los términos más enérgicos. Y expresamos nuestro más sentido pésame a las familias que han perdido a sus seres queridos y rezamos por el descanso de sus almas. Que Dios conceda una pronta recuperación a los heridos», declaró a AsiaNews el obispo de Jammu-Srinagar, Ivan Pereira.
Los obispos indios también condenaron el atentado: «La Conferencia Episcopal de la India está conmocionada e indignada por el cobarde atentado terrorista contra turistas en Pahalgam, que causó la pérdida de preciosas vidas y heridas a muchos», se lee en un comunicado emitido ayer. «Este acto brutal es una grave afrenta a la dignidad y los valores humanos. Exigimos que los responsables de esta atrocidad comparezcan ante la justicia. Pedimos a todos los implicados en la violencia que depongan las armas y abracen el camino de la paz. La violencia sólo engendra más violencia, y es hora de elegir el camino del amor, la compasión y la comprensión».
La región de Cachemira, de mayoría musulmana, ha sido disputada entre India y Pakistán desde la independencia de India del colonialismo británico en 1947. Desde la década de 1990, una violenta insurgencia separatista armada contra el dominio indio se ha cobrado decenas de miles de vidas, entre civiles y fuerzas de seguridad. India acusa al vecino Pakistán de apoyar y financiar a los insurgentes en un intento de anexionarse la región, una acusación que Islamabad rechaza, afirmando que los levantamientos reflejan el deseo de la población local de unirse a Pakistán o independizarse.
En 2019, el primer ministro indio, Narendra Modi, revocó el estatus especial de Cachemira, dividiendo el estado en dos territorios administrados por el gobierno central: Jammu y Cachemira, y Ladakh. Desde entonces, el gobierno de Delhi ha ejercido una dura represión militar, en cuyo contexto se han multiplicado los atentados terroristas, a los que India ha respondido con medidas de represalia. Tras el atentado de Pulwama en febrero de 2019, en el que un convoy policial (CRPF) fue alcanzado causando 40 muertos, las fuerzas armadas indias cruzaron la Línea de Control hacia la Cachemira paquistaní, destruyendo bases terroristas.
El primer ministro indio, Narendra Modi, que se encontraba de visita en Arabia Saudí, regresó hoy a Nueva Delhi, y la ministra de Finanzas, Nirmala Sitharaman, también puso fin anticipadamente a su viaje a Estados Unidos y Perú «para estar al lado de nuestro pueblo en este momento difícil y trágico», declaró. Varios partidos políticos de Cachemira han convocado una huelga en respuesta al atentado. Muchas escuelas también han suspendido hoy las clases.
En los últimos años, el gobierno de Modi ha intentado redefinir la imagen de Cachemira, que ha pasado de ser una zona de alto riesgo a un destino turístico emergente, declarándola «normal». Con este objetivo, en 2023 India organizó una reunión del G20 en Srinagar, la capital del territorio administrado por Nueva Delhi, destinada a realzar el patrimonio cultural de la región y promover su atractivo turístico. Sin embargo, Fernand de Varennes, relator especial de la ONU sobre las minorías, también había criticado la iniciativa, afirmando que el G20 estaba «proporcionando involuntariamente un barniz de apoyo a una fachada de normalidad», mientras que en realidad estaban aumentando las violaciones de derechos humanos, la persecución política y las detenciones arbitrarias en la región. Como sugirió de Varennes, la masacre de Pahalgam demuestra que la normalización de Cachemira está aún lejos de conseguirse.
(coautor: Nirmala Carvalho)
23/06/2021 14:54
12/12/2023 11:13