Mary Jane Veloso: «Mi regreso a la vida desde el corredor de la muerte"
La emigrante filipina condenada a muerte en Indonesia por tráfico de drogas ha llegado a Manila tras 14 años en prisión. Hoy por fin ha podido ver a sus hijos. «Vivir entre rejas ha cambiado mi vida, transformándome en una persona que se ha acercado más a Dios». Ha habido muchas peticiones de la Iglesia y la sociedad civil para que el Presidente Marcos le conceda el indulto, a lo que el gobierno de Yakarta no se opondrá.
Yakarta (AsiaNews) - «Un milagro que llegó cuando había perdido toda esperanza». Con estas palabras comentaba la extradición que la arrebató del brazo de la muerte Mary Jane Veloso, la emigrante filipina de 39 años detenida en 2010 en Indonesia por tráfico de drogas y condenada a muerte. Tras 14 años detenida, regresó anoche a su país de origen en virtud de un acuerdo entre los gobiernos de Manila y Yakarta anunciado en las últimas semanas. Trasladada a la Institución Correccional para Mujeres (CIW) de Mandaluyong City, cerca de Manila, ha podido reunirse hoy con sus padres, César y Celia, y con sus hijos, Mark Daniel y Mark Darren.
Nacida en Cabanatuan, ciudad de la provincia de Nueva Écija, Veloso era la menor de cinco hermanos en una familia que vivía en la extrema pobreza. Su padre trabajaba como jornalero en una plantación de caña de azúcar y su madre recogía botellas y plásticos desechados para venderlos a los chamarileros. A los 16 años, Mary Jane abandonó la escuela para casarse con su marido. La pareja se separó más tarde y se encontró sola con dos niños pequeños. Para mantenerlos en 2009, los confió a sus abuelos y emigró a Dubai para trabajar como camarera. Pero un intento de violación por parte de su empleador la obligó a regresar a casa.
Un año después, Veloso fue contratada para trabajar como camarera en Malasia, pero su empleador la trasladó a Indonesia. Pero a su llegada a Yakarta fue sorprendida con 2,6 kilos de heroína y acusada de tráfico de drogas, delito para el que Indonesia castiga con la pena de muerte. Aunque Mary Jane siempre afirmó que había sido engañada por sus reclutadores y que había transportado las sustancias ilegales sin su conocimiento, fue condenada en 2015. Y desde entonces comenzó su calvario y los intentos de intervención del gobierno filipino.
Los años en los brazos de la muerte, sin embargo, fueron también el tiempo de un viaje de fe, que comenzó con un sacerdote jesuita de Yogyakarta, el padre Bernard 'Teddy' Kieser, que visitaba a menudo a Veloso en el centro de detención donde estaba encarcelada. Antes no era una buena católica», dice Mary Jane, »pero vivir entre rejas ha cambiado mi vida, transformándome en una persona que se ha acercado más a Dios. Estoy preparada para construir una nueva vida, como una mariposa que sale de su capullo». «Durante casi 15 años estuve separada de mis hijos y de mis padres, no pude verlos crecer», añadió, “ahora quiero tener la oportunidad de cuidar de ellos y estar cerca de mis padres”.
Al comentar la noticia, monseñor Ruperto Cruz Santos, obispo de Antipolo y presidente de la Comisión Episcopal Filipina para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, calificó el regreso de Mary Jane a casa de «triunfo de la fe, la justicia y el apoyo constante de nuestra comunidad».monseñor Santos añadió que Veloso necesita ahora «misericordia y justicia». Numerosas voces de la Iglesia, la sociedad civil y otras organizaciones de derechos humanos hacen un llamamiento al Presidente filipino Marcos para que indulte ahora a esta mujer.
Por su parte, el ministro indonesio de Justicia, Derechos Humanos e Inmigración, Yusril Ihza Mahendra, elogió el acuerdo de traslado, calificándolo de «hito» entre Indonesia y Filipinas y parte de la política de «buena vecindad» de la nueva administración del presidente Prabowo Subianto. Una vez repatriado, añadió Mahendra, si Filipinas quiere o no indultar a Veloso «depende enteramente de ellos y nosotros también debemos respetarlo».
Las últimas condenas a muerte en Indonesia se ejecutaron en julio de 2016, cuando un indonesio y tres extranjeros fueron fusilados. Según cifras del gobierno, hay unas 530 personas condenadas a muerte en el país, la mayoría por delitos relacionados con las drogas, entre ellas 96 extranjeros.
(ha colaborado Santosh Digal)
30/04/2015
25/07/2022 11:52