Mark, el obispo metropolitano de Vjatka, desafía al patriarca de Moscú

de Vladimir Rozanskij

Tensiones en el seno de la Iglesia rusa, tras meses de pandemia de Covid-19. Tužikov rechazó un reconocimiento honorífico conferido por Kirill. La posición de Mark podría estar ligada a la polémica peregrinación a Velikoretskopre, que causó numerosas infecciones de coronavirus y tuvo lugar en la arquidiócesis de Vjatka.

Moscú (AsiaNews) - Mark Tužikov, el obispo metropolitano de Vjatka, rechazó el 11 de septiembre un reconocimiento honorífico eclesiástico concedido por el patriarca de Moscú, Kirill (Gundjaev). Él explicó los motivos de su negativa en una carta enviada el líder de la Iglesia rusa. Aunque la misiva jamás llegó a la cancillería patriarcal, fue difundida en las redes sociales.

Actualmente se compara al metropolitano con Solženitsyn, quien restituyó al presidente Boris Yeltsin un premio estatal. El gesto de Mark revela que las relaciones en el seno del patriarcado ruso atraviesan un período particularmente turbulento. Algo que ya se había intuido en el reciente Sínodo de obispos, que culminó con una montaña rusa de desplazamientos y designaciones en las diócesis.

El 7 de septiembre pasado el patriarca había felicitado al metropolitano Mark por su 25to. aniversario de consagración episcopal, y le había comunicado la propuesta de elevarlo a la dignidad del orden del Santo Sergij de Radonež del tercer nivel. El obispo metropolitano agradeció las congratulaciones, pero se negó categóricamente a aceptar el reconocimiento.

El motivo de la negativa no cobró estado público: quizás el metropolitano aguardaba un reconocimiento mayor, dado que ya posee el orden de San Sergij del segundo nivel, que es superior a la que le fue propuesta. El director del Centro de investigaciones sobre religiones del Instituto Europeo, Roman Lunkin, comentó que “los verdaderos conflictos entre los principales jerarcas de la Iglesia rusa hoy están envueltos en numerosos misterios, y en cuanto a los motivos, solo se pueden plantear suposiciones. El rechazo del metropolitano Mark muestra, por primera vez, que tales conflictos existen de verdad”.

El metropolitano de Vjatka es un hombre sumamente independiente, de carácter fuerte, célebre por ser un apasionado de los paseos en motocicleta, y muy severo en las relaciones con el clero de su diócesis. En varias oportunidades fue criticado por los conflictos con las parroquias y por el brusco alejamiento de varios párrocos, que incluso culminaron con un infarto y un suicidio. Sin embargo, no expresó posiciones radicales de disenso referidas al Covid, y tampoco apoyó al - ahora excomulgado - higúmeno Sergij de los Urales, cuya posición está dividiendo a la Iglesia rusa entera, de los últimos meses a esta parte.

La postura de Mark quizás está ligada a la polémica peregrinación a Velikoretskoe en junio pasado, un evento que culminó con muchos infectados por coronavirus, y que tuvo lugar precisamente en la metrópolis de Vjatka, sin que él pudiese detenerlo. El patriarcado no ayudó al obispo metropolitano a resolver la delicada situación, y es probable que esto haya dado lugar a rencores. El metropolitano es conocido por su carácter impulsivo, y por haberse ocupado, en el 2008, del delicado caso de la diócesis de Anadyr, cuyo obispo, Diomid (Dzjuban) se enfrentó a Aleksij II - el patriarca de aquél entonces - hasta terminar excomulgado de la Iglesia rusa.

Con el caso del obispo metropolitano Mark se podría abrir una caja de Pandora, en vista de las numerosas tensiones en el seno de la Iglesia rusa, tras meses de pandemia de Covid-19. Muchos obispos consideran que el patriarcado no los ha ayudado a afrontar la emergencia sanitaria y social, y ahora parece haber llegado la hora de ajustar cuentas entre los jerarcas ortodoxos.