Mar de China Meridional: Canberra, Beijing y el comercio con el Sudeste Asiático
Concluyó hoy la cumbre especial entre Australia y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Todos los países de la región tienen vínculos económicos muy estrechos con Beijing y no quieren verse arrastrados a la disputa geopolítica entre China y Estados Unidos. Pero, mientras tanto, continúan las provocaciones chinas en las aguas en disputa con un nuevo enfrentamiento con barcos filipinos.
Melbourne (AsiaNews)- Con una declaración de 55 puntos, concluyó la cumbre de Australia con los representantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que se llevó a cabo en Melbourne del 4 al 6 de marzo para celebrar los 50 años de colaboración entre el país oceánico y la organización regional. La parte más extensa del documento está dedicada a "salvaguardar la seguridad y la estabilidad de nuestra región", con reiteradas referencias al Mar de China Meridional, donde en las últimas semanas China ha vuelto a obstaculizar a barcos filipinos que estaban repostando. “Reconocemos los beneficios de que el Mar de China Meridional sea un mar de paz, estabilidad y prosperidad”, reza la declaración, y a continuación dice: “Alentamos a todos los países a evitar cualquier acción unilateral que ponga en peligro la paz, la seguridad y la estabilidad de la región". La Declaración de Melbourne también hace referencia a acuerdos previos que se firmaron a principios de la década del 2000 entre China y la ASEAN para favorecer la confianza mutua.
Sin embargo, los países del sudeste asiático (y la misma Australia) tienen vínculos comerciales muy estrechos con China. Por ejemplo, se espera que en los próximos 10 años el comercio entre la ASEAN y Beijing crezca en 616 mil millones de dólares. Por eso los países que forman parte de la organización (en su conjunto la cuarta economía del mundo) quieren evitar verse arrastradas al choque geopolítico entre China y Estados Unidos. Aunque, por otro lado, Beijing sigue ejerciendo presión y reafirmando sus reivindicaciones. Filipinas convocó ayer al vicejefe de la misión china en Manila para protestar por las "acciones agresivas" de China. En efecto, los barcos de la guardia costera china utilizaron cañones de agua contra un barco filipino que estaba repostando combustible en el Second Thomas Shoal (atolón en disputa), averiando la embarcación y provocando heridas leves a algunos miembros de la tripulación. Las acciones "imprudentes" e "ilegales" de los chinos también provocaron la colisión entre los dos barcos, agregaron los funcionarios filipinos. El presidente Ferdinand Marcos bajó hoy el tono de la cuestión afirmando que las provocaciones chinas no son motivo suficiente para invocar los tratados de defensa mutua firmados con Estados Unidos.
Las tensiones en las aguas en disputa son episodios que se repiten con cierta frecuencia y que no modifican la posición de Beijing. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó que la situación en el Mar de China Meridional es generalmente estable y que la posición de China sobre la zona en disputa es coherente y clara: “Gestionaremos adecuadamente las diferencias con los países interesados y las implementaremos plena y eficazmente con los países de la ASEAN”, se reiteró hoy durante una conferencia de prensa de rutina.
Para no irritar a Beijing (que sigue siendo el principal socio comercial de Canberra), Australia intenta desempeñar un papel activo a nivel económico y delegar en Washington (y en las organizaciones multilaterales existentes, como el QUAD y el AUKUS) la responsabilidad de la defensa.
El primer ministro Anthony Albanese anunció ayer la creación de un fondo de 1.300 millones de dólares para estimular el comercio y las inversiones: "El gobierno que encabezo ha dejado claro que, más que en cualquier otra región, el futuro de Australia se encuentra en el Sudeste Asiático", declaró el primer ministro en un encuentro al que asistieron varios administradores delegados locales. El Southeast Asia Investment Financing Facility ofrecerá préstamos, garantías y seguros para una serie de proyectos, “especialmente para apoyar la transición a la energía limpia y el desarrollo de infraestructuras”.
En 2022 el comercio entre Australia y la ASEAN superó los 115.000 millones de dólares y las inversiones alcanzaron los 198.000 millones de dólares. El objetivo de Canberra es claro: explotar el potencial económico de un mercado emergente como el Sudeste Asiático evitando el enfrentamiento directo con Beijing. Como explicó el profesor Nick Bisley, de la Universidad La Trobe de Melbourne: "No nos gusta lo que está haciendo China, pero no nos pondremos en peligro".